Hora Santa Con Todos Los Santos

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EXPOSICIN DE RODILLAS

El sacerdote revestido expone el Santsimo Sacramento como de costumbre. Despus


del canto del Pange lingua y la incensacin, se canta la oracin del ngel de Ftima.

MI DIOS, YO CREO, ADORO, ESPERO Y OS AMO.
OS PIDO PERDN POR LOS QUE NO CREEN, NO ADORAN,
NO ESPERAN Y NO OS AMAN.
MONICIN INICIAL
"Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en m y yo en l" (Jn 6,56). Cada vez
que recibimos la Sagrada Comunin con las debidas disposiciones se acrecienta
nuestra unin ntima con Nuestro Seor Jesucristo. Lo que el alimento material
produce en nuestra vida corporal, la comunin lo realiza de manera admirable
en nuestra vida espiritual. La comunin con la Carne de Cristo resucitado,
"vivificada por el Espritu Santo y vivificante", conserva, acrecienta y renueva
la vida de gracia recibida en el Bautismo: perdonndosenos los pecados
veniales y preservndonos de los pecados graves; fortaleciendo la unidad de
todos los miembros del Cuerpo mstico del Seor.
La adoracin a Jess en la Eucarista ha de ser, a la vez, una preparacin para
comulgar mejor y de forma ms fructuosa y una prolongacin de nuestra
oracin de intimidad y accin de gracias por este don siempre inmerecido.
IGLESIA DEL SALVADOR
TOLEDO -


Ante la grandeza de este sacramento, el fiel slo puede repetir humildemente y
con fe ardiente las palabras del Centurin:

CANTO
Oh, Seor, yo no soy digno, Oh, Seor, yo no soy digno
de que entres en mi morada, de que entres en mi morada,
mas di una sola palabra, mas di una sola palabra
y mi alma quedar sana, quedar sana.
OH, SEOR, YO NO SOY DIGNO,
OH, SEOR, YO NO SOY DIGNO,
DE QUE ENTRES EN MI MORADA,
DE QUE ENTRES EN MI MORADA,
MAS DI UNA SOLA PALABRA, MAS DI UNA SOLA PALABRA,
Y MI ALMA QUEDAR SANA, QUEDAR SANA.
INVOCACIONES A JESS
A ti, Nuestro Seor Jesucristo, el Hijo de Dios, quien con el Padre y el
Espritu Santo proclamamos el nico Santo, que has amado a la Iglesia
como a tu esposa, entregndote por ella;
a ti, nuestro divino Maestro y Modelo de toda perfeccin, que predicaste a
todos y cada uno de tus discpulos, cualquiera que fuese su condicin, la
santidad de vida, de la que eres iniciador y consumador y enviaste el
Espritu Santo para que nos mueva interiormente a amar a Dios con todo
el corazn, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerza,
a ti acudimos y, humildemente, te pedimos:
R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, alegra de los santos ngeles, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, rey de los santos patriarcas, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, maestro de los santos apstoles, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, doctor de los santos evangelistas, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, fortaleza de los santos mrtires, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, luz de los santos confesores, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, pureza de las santas vrgenes, R/. Haznos santos en la verdad.
Jess, corona de todos los santos, R/. Haznos santos en la verdad.

Oh Jess:
Yo quisiera tener toda la sangre de los mrtires para derramarla por Ti.
Yo quisiera tener toda la sabidura de los doctores para conocerte a Ti.
Yo quisiera tener todas las penitencias de los anacoretas para soportarlas
por Ti.
Yo quisiera tener todo el celo de los apstoles para luchar por Ti.
Yo quisiera tener toda la pureza de las vrgenes para recrearte a Ti.
Yo quisiera tener todas las virtudes de todos los ngeles y santos para
amarte y parecerme a Ti.


BREVE SILENCIO
SENTADOS


ectura de Evangelio segn San Juan 17, 1-3. 6-11. 14-21

Alzando los ojos al cielo, habl Jess, y, dijo:
Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu
Hijo te glorifique a ti. Y que segn el poder que le has dado
sobre toda carne, d tambin vida eterna a todos los que t le has dado.
Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el nico Dios verdadero, y al
que t has enviado, Jesucristo.
He manifestado tu Nombre a los hombres que t me has dado
tomndolos del mundo. Tuyos eran y t me los has dado; y han guardado tu
palabra.
Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las
palabras que t me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y
han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han credo que t me has
enviado.
Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que t me has
dado, porque son tuyos; y todo lo mo
es tuyo y todo lo tuyo es mo; y yo he
sido glorificado en ellos.
Yo ya no estoy en el mundo, pero
ellos s estn en el mundo, y yo voy a
ti.
Padre santo, cuida en tu nombre
a los que me has dado, para que sean
uno como nosotros.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del
mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo,
sino que los guardes del Maligno.
Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo.
Santifcalos en la verdad: tu palabra es verdad.
Como t me has enviado al mundo, yo tambin los he enviado al
mundo. Y por ellos me santifico a m mismo, para que ellos tambin sean
santificados en la verdad.
No ruego slo por stos, sino tambin por aquellos que, por medio de
su palabra, creern en m, para que todos sean uno. Como t, Padre, en m y
yo en ti, que ellos tambin sean uno en nosotros, para que el mundo crea
que t me has enviado.
Palabra de Dios.
R/. Te alabamos, Seor.
PUNTOS PARA LA MEDITACIN. S.S. Francisco, 30 de octubre de 2013
Es una verdad entre las ms reconfortantes de nuestra fe, porque nos
recuerda que no estamos solos sino que hay una comunin de vida
entre todos los que pertenecen a Cristo. Una comunin que nace de la
fe; de hecho el trmino "santos" se refiere a aquellos que creen en el
Seor Jess, y se incorporan a l en la Iglesia a travs del bautismo. Por
eso, los primeros cristianos fueron llamados tambin "los santos".
Antifona
Padre, Padre, hazlos santos en la verdad
Tu palabra es la verdad.
La Iglesia, en su verdad ms profunda, es comunin con Dios,
familiaridad con Dios, una comunin de amor con Cristo y con el Padre
en el Espritu Santo, que se prolonga en una comunin fraterna. Esta
relacin entre Jess y el Padre es la "matriz" de la unin entre nosotros
los cristianos: si estamos ntimamente inseridos en esta "matriz", en
este horno ardiente de amor, entonces podemos llegar a ser realmente
un solo corazn y una sola alma entre nosotros, porque el amor de
Dios incinera nuestro egosmo, nuestros prejuicios, nuestras divisiones
internas y externas. El amor de Dios tambin incinera nuestros
pecados.
Canto
Como el Padre me am.
Si esto tiene su origen en la fuente del amor, que es Dios, entonces
tambin se da el movimiento recproco: de los hermanos a Dios; la
experiencia de la comunin fraterna con Dios me lleva a la comunin
con Dios. Estar unidos entre nosotros nos lleva a estar unidos a Dios,
nos lleva a esta relacin con Dios que es nuestro Padre. Este es el
segundo aspecto de la comunin de los santos que me gustara
subrayar: nuestra fe necesita del apoyo de los dems, especialmente en
tiempos difciles. Si estamos unidos la fe se vuelve ms fuerte.
Antifona Bendigamos al Seor.
Y ahora llegamos a otro aspecto: la comunin de los santos va ms all
de la vida terrena, va ms all de la muerte y dura para siempre. Esta
unin entre nosotros, va ms all y contina en la otra vida; es una
unin espiritual que nace del bautismo y no se rompe con la muerte,
sino que, gracias a Cristo resucitado, est destinado a encontrar su
plenitud en la vida eterna. Hay un vnculo profundo e indisoluble entre
los que son todava peregrinos en este mundo - incluidos nosotros- y
los que han cruzado el umbral de la muerte para entrar a la eternidad.
Todos los bautizados aqu en la tierra, las almas del Purgatorio, y
todos los santos que ya estn en el Paraso forman una sola gran
familia. Esta comunin entre el cielo y la tierra se realiza sobre todo en
la oracin de intercesin.
Antifona Bienaventurados seremos, Seor.

BENDCIN Y RESERVA

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