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    (Stephen King) - El Duro Caso Habla

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    EL DURO CASO HABLA

    The hardcase speaks. Por STEPHEN KING De Contraband #2


    En campos y en desoladas alianzas, el salterio es traspasado con avidez mediante prpuras botellas de puerto barato puntuados por el fulgor del sodio de las mercancas que se alzan ms all de los cenicientos prticos y despiadados agujeros: Dukane, Grandes Rpidos, Cedar Forks, Harlow, Dover, Foxcroft, nombres de los andenes del tren A. No me des esa mierda, no me des esa mierda. Te maldecir, puedo hacerlo, es un rompecabezas, En 1954 en un oscuro callejn detrs de un bar encontraron a la mujer descuartizada y escrito con su jugo sobre los ladrillos en los que haba garabateado: POR FAVOR PARENME ANTES DE QUE VUELVA A MATAR, en letras inclinadas y puntiagudas. Lo llamaron el Asesino del Torso de Cleveland y nunca lo atraparon. Se calcula que todos esos liberales son descerebrados si quieres ver vaqueros alcanza la cima de cualquier alabastro de graba en Mestalinas, todos esos liberarles tienen camisetas largas. La verdadera vida est en el arcn de una carretera secundaria en Utica, has estado all? Este tipo con su pelo engominado estaba ebrio y se emborrach cuando me sent y su cara pareca un revoltijo; l grit que soy un maldito estpido hijo-de-puta pero no intent decirme nada. No creo que haya llegado desde Cleveland. Si las estrellas brillan puedo embrujarte, puedo hacer que se te caiga el pelo No necesitas esos vaqueros para estar frente a la tienda Safeway en Smalls Falls ni para mirar una nube bajo el alto cielo azul que oscila las ltimas sombras del verano sobre el asfalto del aparcamiento de dos acres de ancho. Un verdadero escritorzuelo cree que la pizarra es la verdad, para m, los transformaba en blandengues como cucharillas y los alimentara como los mirlos toman el maz, En largos y anticuados Buicks, el esperma se desparrama en los asientos y fluyen ro arriba hacia el sonido de Chuck Berry. Una vez vi un borracho en Redcliff y tena un peridico metido en la boca, daba tumbos jubilosamente alrededor de dos semforos sombros. Podra abatirte a tiros con balas mgicas. Todava hay santos de grandes almacenes, todava vrgenes montan en bici con un naipe prendido a los radios con pinzas. Los estudiantes tienen que hacer algo, los liberales se cagan encima y cargan sus carteras de apestosos nmeros. Los radicales araan en secreto esos doloridos y porosos nmeros. Tienes un pequeo agujero en la cabeza porque te incrust una vela,

    luz, una luz para Charlie Starkweather y permito que tu pequea luz brille, brille, brille, Toca bebop, compra dados de poliestireno en la calle 42, come sno-cornes y lee a Lois Lane, aprende a hacer magia como yo y conduciremos hasta Princeton en un viejo Ford con cuatro neumticos de caucho y un escape descolgado que desprende hedor a grafito fresco. Exhaustos, lanzaremos maldiciones con pentagramas Budweiser y viejas cajas de cerillas Diamonds, mascaremos algn Hombre Rojo, dejaremos que el zumo corra por tu barbilla cuando escupas una pizca de serrn pulverizado, compraremos vmitos de plstico en Atlantic City, tiraremos tu radiocasete y engulliremos a Baby Ruths. Ve ahora. Creo que ests preparado.

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