Circular Piojos
Circular Piojos
Circular Piojos
Los piojos son parte de la naturaleza, una de las diferentes especies de parásitos
que, probablemente, sólo pueden sobrevivir alimentándose y reproduciéndose
sobre un huésped humano.
Los piojos de la cabeza son pequeños insectos sin alas que viven en el cuero
cabelludo del ser humano, preferentemente detrás de las orejas y en la nuca. Su
tamaño es aproximadamente el de una semilla de sésamo, de 2 a 4 mm, son de
color gris, café o negro y pueden ser difíciles de ver. Los huevos de los piojos,
llamados liendres, son del tamaño de una semilla de amapola y difíciles de ver
porque su color se confunde con el del pelo de los niños infestados. Los huevos se
depositan cerca de la raíz del pelo y se adhieren con una sustancia pegajosa e
impermeable que no puede eliminarse con el lavado o el soplado.
La pediculosis o presencia de piojos en la cabeza, no debe considerarse algo
vergonzoso. De hecho es muy frecuente en nuestro entorno y, aunque los niños,
niñas y adolescentes son los que principalmente la padecen, puede afectarnos a
todos.
Los piojos no son característicos de ningunas clase social ni consecuencia de falta
de higiene.
Es responsabilidad de todos el control de la pediculosis.
¿Cómo viven?
Los piojos presentan en su desarrollo los estadios de huevo, larva y fase adulta. La
vida media oscila entre 30 y 40 días.
Las hembras fertilizadas depositan 250-300 huevos durante su ciclo vital.
De las liendres aproximadamente a la semana de su puesta, salen las crías, ninfas,
que, aunque son más pequeñas que los adultos, ya se alimentan de la sangre que
chupan mediante picotazos que producen el picor característico, síntoma de su
presencia.
El desarrollo de los huevos y larvas depende de la temperatura. La temperatura
óptima de crecimiento rápido oscila en torno a los 28º. No soportan temperaturas
superiores a 45º, por debajo de 27º el crecimiento se enlentece, mientras que por
debajo de 12º se detiene el crecimiento y la puesta de huevos.
Aproximadamente a los 15 días, las crías se transforman en adultos que ya están
capacitados para poner nuevas liendres.
Los piojos de la cabeza viven exclusivamente en los cabellos de las personas. En
casos extremos, se extienden a cejas y pestañas.
No pueden saltar, volar ni caminar por otras superficies. Sólo están capacitados
para agarrarse a los pelos.
Los que pueden caer en cuello, ropa de cama e incluso en sofás, alfombras.., están
dañados y suponen escaso peligro de contagio.
¿Cómo se contagian?
Por contacto directo entre los pelos, es decir, entre cabeza y cabeza. También es
posible su contagio, a través del intercambio de objetos de uso para la cabeza, tales
como cepillos, gorros, coleteros, diademas… y siempre que este intercambio se
haga de forma inmediata.
La época de los piojos escolares suele empezar en octubre y sigue hasta el invierno,
cuando los niños pasan más tiempo en las aulas por el mal tiempo, y visten gorros o
sombreros.
Los piojos fuera de la cabeza, sobreviven durante poco tiempo. Los piojos no
pueden transmitirse por animales domésticos, agua, arena ni césped.
¿Cuáles son los síntomas de la pediculosis?
En condiciones normales el picor persistente es el único síntoma. Si, debido a este
picor, se produce un rascado intenso pueden provocarse heridas que pudieran
infectarse. Afortunadamente no se conocen en nuestro país ninguna enfermedad
que se transmita por las picaduras de los piojos de la cabeza.
Por último, y sólo en casos excepcionales, los elaborados a base de Lindano, ya que
este producto se absorbe por la piel y su uso inadecuado puede afectar al sistema
nervioso.
Los pediculicidas tópicos se presentan como champú, lociones o geles y sprays.
Las lociones y geles son los productos más eficaces porque se aplican sobre pelo
seco, llegando mejor así a los piojos, y además, por su prolongado tiempo de
acción.
Una vez transcurrido el tiempo de acción del producto empleado, se
recomienda:
1º. Lavar abundantemente el producto en el lavabo, cuidando que no entre en
contacto con el resto del cuerpo.
2º. Realizar el penúltimo enjuague incorporando una parte de vinagre por cada dos
de agua, porque ayuda a despegar las liendres.
3º. Peinar con una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres.
4º. No tapar la cabeza con toallas o similares, porque absorben el producto. Se
puede cubrir con un gorro de plástico.
5º. Secar al aire, no con secador, ya que el calor puede disminuir el efecto del
insecticida.
6º. Si no ha surtido efecto, repetir el tratamiento al cabo de una semana, siempre
que el producto utilizado así lo admita (cuidado con el malatión y el lindano) y
nunca más de tres veces. Si al cabo de las tres aplicaciones sigue sin dar resultado,
hay que cambiar a un producto con otra composición.
Los champús son menos eficaces, porque se aplican con el pelo humedecido y
durante menos tiempo, pero son más recomendables si hay lesiones en el cuero
cabelludo. Para su aplicación, hay que tener en cuenta las mismas
recomendaciones que para las lociones y geles. El tiempo de permanencia del
producto es de cinco a diez minutos, teniendo presente que, si el champú es a base
de Lindano, no debe permanecer en la cabeza más de cinco minutos. La aplicación
debe repetirse a los tres y seis días.
Los sprays son los menos eficaces pues no llegan a impregnar todo el pelo. Además
tienen riesgos de intoxicación por vía respiratoria.
Si después de tres aplicaciones del pediculicida, realizadas correctamente, no se ha
conseguido eliminar los piojos, no continúe aplicándolo y consulte a su médico o
farmacéutico para cambiar de producto o método.
Cuando el tratamiento fracasa.
Es algo que sucede frecuentemente. Puede ser debido a tres posibles causas:
1º. El tratamiento con productos inadecuados o una aplicación incorrecta.
2º. Cuando se produce un nuevo contagio.
3º. La resistencia de los piojos a los pediculcidas. Si los piojos o liendres no llegan a
morir con la aplicación del pediculicida, pueden llegar a desarrollar resistencia
contra los mismos. Es un problema muy frecuente en la actualidad y por ello no
deben usarse estos productos de forma rutinaria.
ANTE CUALQUIER DUDA CONSULTA A LOS PROFESIONALES DE LA MEDICINA,
ENFERMERÍA O FARMACIA