Taladrina
La taladrina o aceite de corte es un producto compuesto por agua y aceites que se utiliza como lubricante y refrigerante en procesos de fabricación de piezas.[1] Su uso es muy habitual en el mecanizado por arranque de viruta de piezas metálicas y, en menor medida, en la transformación del vidrio.[2] Para el mecanizado de materiales compuestos, debido a que las taladrinas convencionales podrían atacar químicamente al material[3] se utilizan fluidos desarrollados específicamente para ese tipo de materiales y que cumplen la misma función lubricante y refrigerante.[4][5]
Habitualmente circula por un circuito de refrigeración y lubricación que bombea el líquido sobre el filo de la herramienta para evitar un calentamiento excesivo que la pudiese deteriorar rápidamente.
Propiedades
editarLa taladrina mejora las condiciones físicas y químicas del área de contacto entre los metales, alargando la vida de las herramientas y reduciendo la fricción. También lleva a cabo labores de refrigeración, evitando el sobrecalentamiento de las herramientas y las piezas sobre las que éstas operan. Otros efectos son la evacuación de virutas y limaduras, la prevención del óxido y su efecto limpiador.[2]
En su composición se encuentran aditivos azufrados, parafinas, clorados y también aceites sintéticos (poliglicoles y ésteres). También es habitual la adición de lubricantes sólidos como grafito, disulfuro de molibdeno y disulfuro de zinc.[6]
Utilización
editarSegún su composición y características, el producto se clasifica en sintético, semisintético y derivados de la emulsión de aceite. Las más utilizadas son las fórmulas basadas en un aceite mineral.[6]
Las máquinas herramientas que habitualmente utilizan taladrina son el torno, la sierra de cinta, la fresadora y el taladro.
En estas máquinas, la taladrina se encuentra en un depósito desde el cual es bombeada hasta su punto de aplicación (entre la pieza sobre la que se actúa y la pieza móvil de la máquina), desde donde nuevamente recircula hacia el depósito. Durante este proceso, se pierde buena parte del producto; parte del mismo se evapora, otra se derrama y otra se pierde con las virutas generadas.[2]
Agotamiento
editarCuando, debido a su uso continuado, las taladrinas pierden sus propiedades y sufren alteraciones en sus características, se convierten en un residuo peligroso que, como tal, debe ser gestionado debidamente por la empresa usuaria. Los vertidos a los sistemas de desagüe producen graves daños en el medio ambiente, pudiendo provocar desastres entre la fauna piscícola debido a su toxicidad. Por ello, deben eliminarlas gestores de residuos autorizados.[2]
Para su destrucción se emplean diversas técnicas:[2]
- Electrofloculación, que consiste en la aplicación de corriente eléctrica.
- Ultrafiltración, descomposición en membranas.
- Evaporación.
- Floculación con sales de hierro.
- Floculación con floculantes orgánicos.
- Osmosis inversa.
Referencias
editar- ↑ Real Academia Española. «taladrina». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- ↑ a b c d e Revista Ambientum «Edición 2004 -Suelos y Residuos: Taladrinas agotadas Archivado el 27 de junio de 2012 en Wayback Machine.» Consultado el 17 de abril de 2012
- ↑ Montero García, Laura (julio de 2010). «Estudio del mecanizado de materiales compuestos». Proyecto de fin de carrera (Universidad Carlos III de Madrid): p. 35. Consultado el 05/01/2021.
- ↑ Müller-Hummel, Peter (15 de junio de 2012). «Retos para el mecanizado mecánico de materiales compuestos de fibras destinados a la construcción ligera». Metalmecánica (Interempresas.net). Consultado el 05/01/2021.
- ↑ Jürgen Schlindwein, Hans. «Mecanizado de composites con fluido refrigerante».
- ↑ a b Istas.net «Taladrinas Archivado el 31 de enero de 2010 en Wayback Machine.» Consultado el 17 de abril de 2012