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La dictadura de Trujillo
valoraciones:
Longitud:
73 minutos
Publicado:
22 nov 2024
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
Pocos personajes han marcado tanto la historia de la República Dominicana como Rafael Leónidas Trujillo. Hijo de un sargento español que llegó a la isla durante los años de la anexión, nació en una pequeña ciudad de provincias a finales del siglo XIX. Sin apenas estudios, se alistó en la guardia nacional creada por los estadounidenses tras su intervención de 1916 y allí hizo carrera militar ascendiendo rápidamente por el escalafón. Era un tipo muy inteligente y con grandes dotes de manipulación. En 1930, tras una serie de maniobras políticas y un golpe de Estado, se hizo con el control del país, estableciendo una dictadura que se caracterizó por la represión, el culto a la personalidad, y la reorganización administrativa que, aunque trajo cierto grado de estabilidad y desarrollo económico, lo hizo a costa de la libertad y de la vida de muchos dominicanos.
La dictadura de Trujillo, conocida en la República Dominicana como trujillismo, fue un período de modernización a marchas forzadas. Bajo su mando, se construyeron carreteras, escuelas y se trató de mejorar la infraestructura del país. Pero estas mejoras vinieron acompañadas de un régimen personalista que no ahorraba brutalidad contra los opositores. Trujillo creo un sistema de vigilancia y control social en el que la policía secreta, conocida como la SIM (Servicio de Inteligencia Militar), fue responsable de la desaparición, tortura y asesinato de todos los que se oponían a él.
Una de las acciones más infames de Trujillo fue el asesinato masivo de haitianos en 1937, la célebre masacre del perejil, en la que se estima que fueron liquidados entre 15.000 y 30.000 haitianos por orden directa del propio Trujillo. Este acontecimiento no sólo se explica por la acreditada crueldad del dictador, sino también por su deseo de blanquear el país eliminando población haitiana al mismo tiempo que trataba de atraer colonos desde España, que en aquel momento se encontraba en plena guerra civil.
Trujillo también promovió el culto a su personalidad, rebautizo ciudades, montañas, y hasta la capital Santo Domingo, la ciudad más antigua de América, cambió su nombre por el de Ciudad Trujillo. Se instituyeron feriados y celebraciones en su honor. Monumentos dedicados a él empezaron a proliferar por todo el país. Su control se extendía a todos los aspectos de la vida dominicana, desde la economía hasta la cultura, y eso necesariamente incluía la censura de prensa y la manipulación de elecciones. Su régimen se mantuvo gracias a una red de espionaje, corrupción, y en ocasiones, al apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos, que veía en Trujillo un baluarte contra la expansión del comunismo en el Caribe.
A pesar de que su poder llegó a ser absoluto, el final de Trujillo empezó con el descontento interno y la presión internacional. Sus hijos, a quienes había preparado para sucederle, no lograban inspirar la misma lealtad y respeto que él. La corrupción y la represión habían desgastado al Gobierno y ciertos sectores de la élite dominicana veían en su desaparición una oportunidad para el cambio. El 30 de mayo de 1961 Trujillo fue emboscado y asesinado en su automóvil en una carretera cerca de la capital.
Pero la muerte de Trujillo no significó el inmediato fin de su régimen. Su familia y sus partidarios intentaron mantenerse en el poder, pero el país se encaminó hacia la democracia, aunque no sin conflictos y una nueva intervención de Estados Unidos. Rafael Trujillo es historia ya, pero su figura sigue estando muy presente en la República Dominicana. Para hablar de él nos acompaña hoy en La ContraHistoria Rocío de León, que es periodista y dominicana, aunque lleva ya unos cuantos años residiendo en España. Nos conocimos hace unos años cuando Rocío preparaba un reportaje para una cadena de televisión dominicana sobre la tumba de Trujillo, que se encuentra en Madrid. Hoy me devuelve la visita y Trujillo vuelve a cruzarse en nuestro camino.
Canal de YouTube de Rocío de León: https://youtube.co
La dictadura de Trujillo, conocida en la República Dominicana como trujillismo, fue un período de modernización a marchas forzadas. Bajo su mando, se construyeron carreteras, escuelas y se trató de mejorar la infraestructura del país. Pero estas mejoras vinieron acompañadas de un régimen personalista que no ahorraba brutalidad contra los opositores. Trujillo creo un sistema de vigilancia y control social en el que la policía secreta, conocida como la SIM (Servicio de Inteligencia Militar), fue responsable de la desaparición, tortura y asesinato de todos los que se oponían a él.
Una de las acciones más infames de Trujillo fue el asesinato masivo de haitianos en 1937, la célebre masacre del perejil, en la que se estima que fueron liquidados entre 15.000 y 30.000 haitianos por orden directa del propio Trujillo. Este acontecimiento no sólo se explica por la acreditada crueldad del dictador, sino también por su deseo de blanquear el país eliminando población haitiana al mismo tiempo que trataba de atraer colonos desde España, que en aquel momento se encontraba en plena guerra civil.
Trujillo también promovió el culto a su personalidad, rebautizo ciudades, montañas, y hasta la capital Santo Domingo, la ciudad más antigua de América, cambió su nombre por el de Ciudad Trujillo. Se instituyeron feriados y celebraciones en su honor. Monumentos dedicados a él empezaron a proliferar por todo el país. Su control se extendía a todos los aspectos de la vida dominicana, desde la economía hasta la cultura, y eso necesariamente incluía la censura de prensa y la manipulación de elecciones. Su régimen se mantuvo gracias a una red de espionaje, corrupción, y en ocasiones, al apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos, que veía en Trujillo un baluarte contra la expansión del comunismo en el Caribe.
A pesar de que su poder llegó a ser absoluto, el final de Trujillo empezó con el descontento interno y la presión internacional. Sus hijos, a quienes había preparado para sucederle, no lograban inspirar la misma lealtad y respeto que él. La corrupción y la represión habían desgastado al Gobierno y ciertos sectores de la élite dominicana veían en su desaparición una oportunidad para el cambio. El 30 de mayo de 1961 Trujillo fue emboscado y asesinado en su automóvil en una carretera cerca de la capital.
Pero la muerte de Trujillo no significó el inmediato fin de su régimen. Su familia y sus partidarios intentaron mantenerse en el poder, pero el país se encaminó hacia la democracia, aunque no sin conflictos y una nueva intervención de Estados Unidos. Rafael Trujillo es historia ya, pero su figura sigue estando muy presente en la República Dominicana. Para hablar de él nos acompaña hoy en La ContraHistoria Rocío de León, que es periodista y dominicana, aunque lleva ya unos cuantos años residiendo en España. Nos conocimos hace unos años cuando Rocío preparaba un reportaje para una cadena de televisión dominicana sobre la tumba de Trujillo, que se encuentra en Madrid. Hoy me devuelve la visita y Trujillo vuelve a cruzarse en nuestro camino.
Canal de YouTube de Rocío de León: https://youtube.co
Publicado:
22 nov 2024
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Episodio de podcast
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