Un hombre oscuro y peligroso
Por Carole Mortimer
()
Información de este libro electrónico
Una presa inocente…
Contratada para catalogar la biblioteca de la casa Sullivan, la catedrática de Historia Elizabeth Brown está en su elemento. Los libros son lo suyo, los hombres… bueno, en ese asunto tiene menos experiencia.
Pero desde luego no está preparada para la inesperada llegada del dueño de la casa, Rogan Sullivan.
Rogan es un hombre oscuro, peligroso y diabólicamente sexy; exactamente el tipo de hombre del que debería alejarse. Pero Rogan tarda poco tiempo en demostrarle a la dulce e ingenua Elizabeth las razones por las que debería dejarse seducir…
Carole Mortimer
<p>Zu den produktivsten und bekanntesten Autoren von Romanzen zählt die Britin Carole Mortimer. Im Alter von 18 Jahren veröffentlichte sie ihren ersten Liebesroman, inzwischen gibt es über 150 Romane von der Autorin. Der Stil der Autorin ist unverkennbar, er zeichnet sich durch brillante Charaktere sowie romantisch verwobene Geschichten aus. Weltweit hat sie sich in die Herzen vieler Leserinnen geschrieben. Nach der Schule begann Carole Mortimer eine Ausbildung zur Krankenschwester, musste die Ausbildung allerdings aufgrund eines Rückenleidens nach einem Jahr abbrechen. Danach arbeitete bei einer bekannten Papierfirma in der Computerabteilung. Zu diesem Zeitpunkt schrieb sie ihren ersten Liebesroman, das Manuskript wurde abgelehnt, da es zu kurz war und die Handlung nicht den Ansprüchen des Verlags genügte. Bevor sie einen zweiten Versuch wagte, schmollte sie nach eigenen Angaben erst einmal zwei Jahre. Das zweite Manuskript wurde dann allerdings angenommen, und es war der Beginn ihrer erfolgreichen Karriere als Autorin von modernen Liebesromanen. Sie selbst sagt, dass sie jeden Augenblick des Beginns ihrer Karriere genossen hat, sie war die jüngste Autorin des Verlags Mills & Boon. Carole Mortimer macht das Schreiben viel Freude, sie möchte gern mindestens weitere zwanzig Jahre für ihre Leserinnen schreiben. Geboren wurde Carole Mortimer 1960 in Ost-England, und zwar in einem winzigen Dorf. Sie sagt, das Dorf sei so klein, dass, sollte der Fahrer beim Durchfahren einmal zwinkern, er den Ort vollkommen übersehen könnte. Ihre Eltern leben immer noch in ihrem Geburtshaus, ihre Brüder wohnen in der Nähe der Eltern. Verheiratet ist sie mit Peter, ihr Mann brachte zwei Kinder mit in die Ehe, sie leben in einem wunderschönen Teil Englands. Die beiden haben vier Söhne, zusammen sind es sechs Kinder, zwischen dem ältesten und jüngsten bestehen 22 Jahre Altersunterschied. Außerdem haben sie einen Kleintierzoo sowie einen Hund, der zur Hälfte von einem Kojoten abstammt und den die Familie aus Kanada mitbrachte.</p>
Autores relacionados
Relacionado con Un hombre oscuro y peligroso
Libros electrónicos relacionados
Cautivado por una dama aventurera: Ladrones de la Ton, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn seductor seducido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cinco destinos oscuros: Unir a las reinas. Destruir la corona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra el destino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCasada, seducida, traicionada… Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La novia de su hermano Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Bruja Bella y El Solitario Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Falso engaño Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Encantadora: País de las Maravillas, #3 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna mujer perseguida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAdicta a ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Belleza oculta Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rehén de sus besos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El robo de los sentidos: Los misterios de Violeta Lope 1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra la Corriente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOlvidada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl desván de Villa Serena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDía y noche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl juego de la venganza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Hechizo de un Duque: Serie Regencia Oscura/La Serie Dark Regency, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesElia de Montsegur Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTentación arriesgada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fuego cruzado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTras el riesgo: El Club de las Rebeldes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija de Satanás: Trilogía de NihilVille Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl regreso de la princesa: Novias vikingas (1) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Marginautas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCamino Alterado: Una Novela de Bodhi King, #4 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cerco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl príncipe indomable Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Romance contemporáneo para usted
Después de Ti: Saga infidelidades, #1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Drácula: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo besa: Serie Contrato con un multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La esposa olvidada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato con un multimillonario, La obra completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Si te atrevieras a quererme... Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una noche con ella Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una y mil veces que me tropiece contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vendida al mejor postor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sonata a Kreutzer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un café con sal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ardiente verano Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dímelo en silencio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Como Llamas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mis días sin ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Asistente Virgen Del Billonario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Aunque tú no quieras Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las tres reglas de mi jefe Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La cabaña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario íntimo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Besos a medianoche Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Te enamoraste de mí sin saber que era yo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Soltero más Codiciado de Atlanta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El maestro y la virgen Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Un hombre oscuro y peligroso
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Un hombre oscuro y peligroso - Carole Mortimer
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra. www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2010 Carole Mortimer
© 2021 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Un hombre oscuro y peligroso, n.º 2021 - octubre 2022
Título original: The Master’s Mistress
Publicada originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Bianca y logotipo Harlequin son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.: 978-84-1141-248-3
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Créditos
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Si te ha gustado este libro…
Capítulo 1
Escondido entre las sombras de la noche. Oscuro, peligroso, un predador letal, sus brillantes ojos negros clavados en la mujer que, sin saber que era acechada, se movía por el dormitorio cubierta sólo por una toalla. Incluso esbozaba una sonrisa, sin saber del peligro que la esperaba al otro lado de la ventana, en la oscuridad.
Elizabeth sintió un escalofrío por la espalda y, levantando la cabeza del libro, miró por la ventana, pensando que debería haber corrido las cortinas antes de irse a la cama. Pero, como la mujer de la novela, había creído que nadie podía verla por la ventana del segundo piso en aquella remota casa sobre los escarpados acantilados de Cornualles.
La marea debía haber subido, cubriendo la playa, pensó, al oír los golpes del mar contra las rocas.
Y tuvo que contener otro escalofrío mientras leía el siguiente párrafo del libro:
El pelo oscuro enmarcaba un rostro de duro y sensual magnetismo. Los intensos ojos negros se concentraron en el cuello de la mujer, donde podía ver el latido del pulso, la sangre corriendo por sus venas.
Tenía unos pómulos altos, marcados, una nariz recta, unos labios cincelados que ahora levantó para revelar unos incisivos puntiagudos mientras la mujer dejaba caer la toalla, revelando la perfección de su desnudez…
¡Zas!
Tan concentrada estaba en la descripción del predador atacando a la protagonista que el estruendo de un cristal rompiéndose en el piso de abajo hizo que Elizabeth lanzase un grito, agarrándose al libro que ya la tenía muerta de miedo.
¿Qué demonios había sido eso?
Había algo, o alguien, en el piso de abajo.
Alguien, seguramente. Elizabeth no creía ni por un momento que el intruso fuera un vampiro. La razón por la que le gustaban novelas como Las sombras de la noche era que los monstruos de esas historias eran cosa de ficción.
Pero el intruso que había entrado en la casa no era un monstruo ni un demonio, más bien un ladrón. Había habido varios robos en la zona recientemente y, sin duda, todos los malhechores en un radio de treinta kilómetros sabían que Brad Sullivan, el propietario norteamericano de la casa Sullivan, había muerto a causa de un infarto una semana antes.
Lo que esos ladrones probablemente no sabían era que la doctora Elizabeth Brown había llegado allí quince días antes, contratada para catalogar la biblioteca del señor Sullivan durante el verano. Y que como no sabía qué hacer hasta que alguno de los parientes de Brad Sullivan se pusiera en contacto con ella, seguía en la casa esperando instrucciones.
¿Qué debía hacer?
¿Qué podía hacer?
La señora Baines, el ama de llaves de la casa Sullivan durante los últimos veinte años, vivía en un apartamento sobre los antiguos establos al que se había retirado una vez que le sirvió la cena, de modo que probablemente no sabía que alguien había entrado en la casa. Pero no había teléfono en su habitación y había dejado el móvil cargándose en la biblioteca…
El corazón de Elizabeth empezó a latir aceleradamente al oír más ruidos en el piso de abajo. Parecía una voz de hombre… con tono impaciente y agresivo.
Genial. No podía ser un ladrón normal, tenía que ser uno enfadado.
Muy bien, no iba a quedarse allí esperando que el hombre subiera a su habitación en busca de algo de valor para encontrarla escondida bajo las mantas. Ladrón o no, tendría que bajar y enfrentarse con él. Pero, evidentemente, no sin antes encontrar un arma con la que defenderse.
Colocándose el libro distraídamente bajo el brazo, Elizabeth salió al pasillo intentando no hacer ruido y tomó un pesado candelabro de bronce que encontró sobre una mesa antes de asomarse por la escalera para mirar hacia el vestíbulo.
Alguien había encendido una luz en algún sitio desde que ella se fue a la cama una hora antes.
La casa Sullivan era una mansión de tres plantas, originalmente construida dos siglos antes para una familia aristocrática, y desde el vestíbulo se abrían varias puertas. Todas estaban firmemente cerradas y no se veía luz por debajo, ni siquiera la de una linterna.
Elizabeth se inclinó un poco más sobre la pulida barandilla de roble y vio que la luz llegaba desde el final del pasillo. La cocina, seguramente. Aunque qué podría encontrar allí de valor un ladrón no tenía ni idea. Lo único que no era parte integral de la cocina eran el microondas y la batidora.
Claro que también había un bloque de afilados cuchillos sobre la encimera, recordó Elizabeth, alarmada. Y con cualquiera de ellos el ladrón podría hacerle un serio daño a la persona que se atreviese a perturbarlo.
«Cálmate», se dijo a sí misma, irguiendo los hombros. No iba a esconderse y que el ladrón se llevara lo que quisiera. Le gustase o no, y no le gustaba nada, tenía que enfrentarse con ese hombre y esperar que su presencia en la casa fuera suficiente para asustarlo.
Y si no…
No iba a pensar en lo que podría pasar si la situación se diera la vuelta. Ella era una mujer independiente de veintiocho años. Una mujer con un doctorado en Historia que había vivido y trabajado en Londres durante los últimos diez años. Dudaba mucho que un ladrón de Cornualles fuese la mitad de peligroso que algunos de los extraños con los que se había visto obligada a compartir el metro todos los días.
¿La escalera siempre había crujido de esa forma?, se preguntó, mientras empezaba a bajar al primer piso. Los escalones de madera crujían de manera tan alarmante que podría alertar al ladrón de su presencia antes de que estuviera preparada para enfrentarse con él.
–¡Maldita sea!
La exclamación había sonado en la cocina y cuando Elizabeth vio que la puerta estaba entreabierta se apretó contra la pared, mirando al hombre que se movía de un lado a otro.
Por supuesto, iba vestido de negro, ¿no vestían de negro todos los ladrones?
Elizabeth respiró profundamente, apretando el candelabro de bronce con la mano izquierda mientras con la derecha empujaba un poco la puerta antes de dar un paso…
–¿Quién demonios es usted?
Se llevó tal sobresalto al oír la voz tras ella, que el candelabro de bronce escapó de entre sus dedos…
–¡Ay!
Cayendo directamente en el pie del ladrón, que se dobló sobre sí mismo para tocar la bota sobre la que había caído el pesado objeto.
Elizabeth miró alrededor, buscando algo con lo que defenderse, y enseguida se dio cuenta de que el ladrón estaba entre el taco de cuchillos y ella.
¡El libro! Había olvidado que lo seguía llevando bajo el brazo, pero lo agarró entonces y procedió a golpear al extraño en la cabeza con él.
–¡Pero bueno…! –el hombre se irguió para sujetarla por las muñecas–. ¿Quiere dejar de atacarme?
Elizabeth se quedó inmóvil, mirándolo con los ojos como platos.
¡Era el protagonista del libro que había estado leyendo!
Los mismos ojos negros, el mismo pelo oscuro, el mismo rostro esculpido de pómulos prominentes, nariz recta, labios firmes y mandíbula cuadrada. El mismo cuerpo alto y atlético, completamente vestido de negro…
¿El mismo predador?
Por primera vez en su vida, Elizabeth se desmayó.
–¡Bueno, menos mal! –exclamó Rogan cuando la pelirroja a la que había tomado en brazos para llevar al sofá del salón empezó a abrir los ojos.
Era una chica bajita, de unos veintitantos años. Tenía un rostro ovalado y una complexión de porcelana; pómulos delicados, nariz pequeña, labios generosos y una barbilla de duende… que podía levantar orgullosamente, como cuando lo había atacado en la cocina, primero con un candelabro de bronce y luego con un libro.
Cuando abrió los ojos, vio que los tenía de color azul cielo y rodeados de las pestañas más largas que había visto nunca.
La joven se sentó abruptamente en el sofá para mirarlo con la expresión de un cervatillo asustado.
–¿Por qué sigue aquí? –le preguntó.
–¿Por qué sigo aquí?