El niño de preescolar en duelo: Guía para el adulto

A Verónica y Andreah, en memoria de Gaby

INTRODUCCIÓN

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La repentina muerte de mi hermana menor sacudió a mi familia y nos hizo enfrentar cara a cara la realidad de la muerte, constatando en carne propia lo poco preparados que estábamos para afrontarla y la gran ignorancia que existe acerca del proceso de duelo. 

La necesidad más apremiante con la que nos encontramos fue la de explicarle a mi sobrina de dos años y medio que su mamá había muerto. Esto era sólo el principio, había que encarar un sin número de situaciones y no sabíamos ni por dónde empezar. Nos encontrábamos aturdidos por el dolor de su muerte y confundidos por nuestra falta de conocimiento. Necesitábamos tiempo, tiempo para investigar, tiempo para dilucidar qué enfoque era el más adecuado, tiempo para elaborar el mensaje de manera que mi sobrina lo pudiera entender; sin embargo, el tiempo era escaso. Debíamos comunicárselo antes de que escuchara algo que pudiera mal interpretar y, sobre todo, antes de que se imaginara otra razón por la cual su madre no acudía a sus llamados.

En esos momentos hubiéramos dado lo que fuera con tal de tener una guía para la difícil tarea que se nos presentaba. Pensando que en esas mismas circunstancias se encuentran muchas otras familias, emprendí una profunda investigación para mi tesis de la Licenciatura en Pedagogía sobre este tema. Pero, debido a la poca difusión que tienen los trabajos universitarios, decidí escribir este libro para compartir todo lo que aprendí a lo largo de mi exploración y de mi experiencia personal y profesional con el duelo.

El objetivo principal de este libro es el de sensibilizar a los adultos acerca de las necesidades del preescolar en duelo para que sepan reconocerlas pues sólo así serán tomadas en cuenta y atendidas.

Con este objetivo en mente, el libro busca romper con los estereotipos y las limitaciones que han predominado en nuestra sociedad. Busca abrir un espacio de reflexión para que los adultos se den cuenta de que la actitud de negación frente a la muerte y el duelo, principalmente ante los niños, no los protege del sufrimiento, sino que los obliga a experimentar, los miedos e incertidumbres que nacen a raíz de la muerte de un ser querido, en completa soledad.

Para evitar que el niño tenga que sufrir aislado es imprescindible reconocer su capacidad de sentir el dolor producido por la muerte de un ser querido y la necesidad de llevar a cabo un duelo.

En las siguientes páginas encontrarán los conocimientos y las herramientas indispensables para entender lo que está viviendo el preescolar en duelo. Estos conocimientos les servirán para dar respuesta a las inquietudes inmediatas y subsecuentes del niño, incluso los capacitarán para adelantarse en sus necesidades. Les enseñarán a adoptar actitudes sanas ante la muerte y el duelo para que los niños las puedan imitar. Pero, sobre todo los orientarán acerca de cómo acompañar al preescolar en duelo, evitando que tenga que sufrir en soledad por las actitudes de evasión, de negación y de tabú que siguen rodeando el tema de la muerte.

El conocer las características del duelo del preescolar los ayudará también a detectar las alteraciones conductuales anormales. En presencia de ellas se recomienda acudir con un psicólogo o tanatólogo. Sólo ellos están capacitados para proporcionar un tratamiento profesional al niño. Ni los padres, ni los familiares, ni los profesores están habilitados para suplirlos, puesto que en vez de ayudar pueden ocasionar un mayor daño.

El libro consta de cuatro capítulos teóricos. En ellos se proporcionan los fundamentos para que el adulto comprenda tanto las características específicas de la edad preescolar, como el impacto que la muerte y el duelo tienen en su vida. En el capítulo 4 se exponen los requisitos básicos con los que debe cumplir el adulto para estar plenamente capacitado, para ayudar al preescolar a lo largo de su proceso de duelo, y se sugieren una serie de recursos disponibles para auxiliarlo en esta tarea.

Al final se incluye como anexo, una guía práctica. Su misión es dar lineamientos rápidos a los adultos para que puedan satisfacer atinadamente las necesidades básicas del preescolar, en un momento en el que el aturdimiento de la muerte y la premura del tiempo no les permiten investigar con un mayor detenimiento. Si usted se encuentra en estas circunstancias lo invito a que revise primero el anexo y después, con calma, regrese al principio del libro, para adquirir los conocimientos indispensables para ayudar al preescolar a lo largo de todo su proceso de duelo.

CAPITULO 1

EL PREESCOLAR

La palabra preescolar nos parece muy familiar en el lenguaje común. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros podríamos describir las características propias de esta etapa?

La realidad es que la mayoría de las personas desconocen las particularidades del niño de preescolar. Precisamente por ello comenzaremos enmarcando esta etapa dentro del ciclo vital humano, dado que, para ayudar al preescolar en duelo, es imprescindible entender su forma de pensar, sentir y actuar.

Exploraremos paso a paso los diversos aspectos de esta etapa para lograr comprender la realidad tal y como la percibe el niño de preescolar. Esto implica olvidarnos de los estereotipos y ver con ojos frescos a este pequeño que, a pesar de sus pocos años, nunca deja de ser una persona, con todo el respeto que ésta se merece.

Al ir descubriendo la forma como se va desarrollando el preescolar en los diversos aspectos de su vida, podremos percibir las características que tienen en común todos los preescolares, por encontrarse en esta etapa de la vida. Pero hay que recordar que existen diferencias individuales, nacidas de la unicidad de cada ser humano. Por lo tanto, para ayudar a un pequeño en específico, se necesita adoptar una actitud abierta y empática que permita que este niño se exprese tal y como es para que lo podamos entender lo mejor posible.

LA EDAD PREESCOLAR DENTRO DEL CICLO VITAL

La vida se experimenta como un continuo desde el momento de la concepción hasta la muerte. Sin embargo, debido a que los seres humanos experimentan muchos cambios a lo largo de la existencia, los especialistas la han dividido en varias etapas para entender mejor el proceso evolutivo de la persona.

Cada etapa comprende un período de la vida en la que se presentan ciertas características. Así, las etapas se van sucediendo unas a otras gradualmente. Conforme aparecen nuevos patrones de pensamiento, sentimiento o acción, se van mezclando con los patrones de la etapa anterior, refinando algunas particularidades y presentando cambios importantes en la manera de pensar, sentir y reaccionar de la persona.

El determinar exactamente cuándo termina una etapa y cuándo comienza la siguiente, a partir de los cambios biológicos y psicológicos, implicaría grandes variaciones debido a las diferencias individuales que hacen que algunos niños presenten estos marcadores biológicos o psicológicos, antes o después. Por eso se ha optado por dividir el ciclo vital según edades cronológicas, que son más prácticas, pero aproximadas y arbitrarias en cierta forma. Por eso difieren levemente de un autor a otro.

La mayoría de los especialistas en Desarrollo Humano proponen las siguientes etapas y subetapas:

Esta división de la infancia, en tres distintas subetapas, se debe a las profundas diferencias que existen entre las características biológicas, psicológicas y sociales de cada una de ellas.

CARACTERÍSTICAS DE LA ETAPA PREESCOLAR

Es de suma importancia conocer los diferentes aspectos que integran la vida del preescolar, para detectar si en algún momento su duelo está interfiriendo con su desarrollo normal. De otro modo, no podremos captar las leves variaciones que se podrían dar ni las repercusiones que éstas le podrán traer a la larga.

Recordemos que el preescolar se encuentra en una de las primeras etapas de su desarrollo y, por lo tanto, lo que le afecte puede impactar directamente su vida futura. Para aminorar tal impacto y lograr que sus repercusiones sean lo más positivas posibles, es necesario estar atento.

ASPECTO BIOLÓGICO

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El aspecto biológico se refiere, por una parte, a las características genéticas compartidas por todos los miembros de una especie. Estas influencias hacen que todos los seres humanos seamos similares. Por otra parte, comprende los aspectos relacionados con las particularidades genéticas de cada persona, que son responsables de las diferencias individuales; por ejemplo, el color de cabello o de ojos.

El aspecto biológico comprende:

1. El desarrollo físico

2. El desarrollo motor

3. La salud

•El desarrollo físico

El desarrollo físico se lleva a cabo gracias a la interacción del niño con el entorno. Este desarrollo está programado genéticamente y por ello es predecible, y hace posible establecer ciertas normas o patrones típicos que describen las edades aproximadas en las que aparecen determinados atributos y habilidades importantes. Estas normas difieren cualitativamente dependiendo del sexo del niño y de las diferencias individuales derivadas de la unicidad de cada persona.

Durante la etapa preescolar, el cuerpo del niño pierde su aspecto regordete (si su alimentación es la adecuada) y va tomando una apariencia más delgada y atlética. Su crecimiento esquelético y muscular le va proporcionando una mayor fuerza corporal.

El cerebro se desarrolla gracias a los estímulos del entorno que impulsan nuevas conexiones neuronales.

A partir del progreso de las áreas del cerebro que controlan funciones sensoriales y motoras, del crecimiento de las articulaciones y músculos, y del incremento de receptores sensoriales, se desarrollan muchas habilidades motoras. Es por eso que el avance físico y el motor van de la mano.

• El desarrollo motor

Se puede dividir en:

1.- Desarrollo motor grueso, que se refiere a las destrezas que se adquieren a través del crecimiento de los músculos gruesos.

2.- Desarrollo motor fino, que se refiere al control de los músculos finos y la coordinación entre los ojos y las manos.

Cuadro 2. Desarrollo motor del niño en edad preescolar

• La salud del preescolar

En general, los niños de esta etapa son bastante saludables, aunque presentan frecuentes enfermedades menores y algunos accidentes leves debido a la práctica de las nuevas destrezas que van adquiriendo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las enfermedades