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Las luchas del deseo: Capitalismo, territorio, ecología
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Libro electrónico325 páginas7 horas

Las luchas del deseo: Capitalismo, territorio, ecología

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as luchas del deseo. Capitalismo, territorio, ecología de Félix Guattari es un libro construido a partir de otros dos libros, Cartografías del deseo(Francisco Zegers Editor, 1989) y El devenir de la subjetividad (Dolmen, 1998). Ambos, fieles retratos de la preparación y visita que Félix Guattari haría a nuestro país en 1991. Se tratan, en efecto, de una suerte de «introducción» al público chileno de las ideas de Guattari. Y cabe señalar que, como Pólvora Editorial, retomamos con esta nueva edición cierta «posta» o «relevo» que interroga ese tiempo de «transición» a la democracia, a más de 30 años y adportas de un plebiscito para el cambio constitucional.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 ene 2022
ISBN9789569441530
Las luchas del deseo: Capitalismo, territorio, ecología

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    Las luchas del deseo - Félix Guattari

    Sobre esta edición

    Para comenzar, nos encontramos aquí frente a un gesto doble. En lo concreto se trata de un libro, hecho curiosamente a partir de la adjunción, traducción y montaje de otros libros. En rigor, quizá como cualquier libro que se precie de tal, ha sido construido a través de ensambles, montajes y desmontajes. Segundo, es un libro que inaugura una colección, pero donde inaugurar parece ser una trampa. Un libro hecho con otros libros en él y a sus costados, inaugura una serie de libros que de algún modo ya están implicados en él, como avant la lettre. Este libro ya está en medio, en medio de historias que pareciera urgente reconstruir. Una colección venidera se inaugura con un libro que consigna transiciones, que se abre para encordar más de treinta años que no dejan de dirigirse y distribuirse de maneras heterogéneas. Esta colección se pone en medio de un presente que no termina de enrollarse en su superficie.

    Puntos singulares es una colección que busca abordar el problema de la singularidad de cada libro, de cada escritura, de cada enunciado, pero sin por esto empatar o reducir su potencia a una lógica de lo particular o lisa y llanamente individualista. Al contrario, se trata de un esfuerzo por mantener la paradoja que permite afirmar lo singular en una potencia común y en un cuerpo social. En esta lógica, como editorial damos la bienvenida a Cristóbal Durán, quien toma a su cargo la dirección de esta colección. Le deseamos largo aliento y libros por venir.

    ***

    Los textos que componen este volumen dan cuenta de tonos y circunstancias diversas. Ambos suponen diferentes ejercicios de traducción, así como diferentes escenas de recepción posibles. En cualquier caso, se trata del resultado de un rescate, de un intento de abrir la memoria a un ejercicio de reactualización. Se trata de reunir, acogidos bajo la apariencia de unidad, escritos que vieron el suelo chileno antes y después de la muerte de Félix Guattari. Por un lado, un conjunto de escritos que fueron seleccionados por él y por su traductor Miguel Denis Norambuena, para preparar su visita a Chile en 1991, y por otro, conferencias impartidas aquel año, en lugares que se pensaba podrían activar un diálogo con los interlocutores chilenos.

    En total, se trata de textos dirigidos a distintas audiencias, textos que se quieren encontrar con distintas escuchas. Frente a esto, habría que preguntarse por qué reeditar textos pertenecientes a dos volúmenes distintos en uno solo. Unos son textos publicados completa o parcialmente en libros de la autoría de Guattari, junto a conferencias y a escritos hechos para su lectura pública y para incitar inmediatamente a una discusión. El primero de los libros del cual se extraen los textos que conforman este nuevo volumen (Cartografías del deseo, traducido por Miguel Denis Norambuena y publicado en Santiago por Francisco Zegers Editor en 1989), guarda una gran distancia con El devenir de la subjetividad. Conferencias, Entrevistas, Diálogos (Chile, 1991), traducido por Cristóbal Santa Cruz y publicado en Santiago por Dolmen Ediciones en 1998. Ambas publicaciones están separadas por el tiempo, desde la visita a Chile y luego la muerte de Guattari en 1992. Si bien ambos libros son introducidos por Miguel Denis Norambuena, se trata de equipos de trabajo distintos que marcan, en esa distancia de nueve años, las transformaciones que se vivían en el Chile de aquel periodo. De hecho, y esto quizá sea lo más relevante para quienes damos hoy a leer esta nueva compilación, hay textos marcadamente diferentes en términos estilísticos y en las apuestas traductivas que promueven.

    Nuestra labor ha sido dejar un testimonio de esa diferencia en este volumen. Por lo mismo, se trata de un volumen abierto, heterogéneo y arrojado al porvenir, entendiendo que aquellos dos primeros libros de Guattari publicados en Chile parecían abrir y cerrar un diálogo posible. Nuestro trabajo de edición obedece a una serie de premisas:

    Quien lee, tiene ante sí un tercer libro. Ya no se trata simplemente de una reedición de Cartografías y de El devenir. Hemos recogido algunos textos y apartados otros, lo que exige preguntarse el porqué de las anteriores selecciones y qué relación mantiene con la que hemos hecho hoy;

    Estableciendo un contraste entre las dos versiones previas de los contenidos, hemos optado por tratar de atenuar las diferencias radicales en términos estilísticos y en la traducción de conceptos que, desde los años 1990, se han revelado manifiestamente como centrales, y que ya han adquirido su carta de ciudadanía en el pensamiento de las últimas décadas. En ocasiones nos vimos en presencia de textos casi completamente distintos, casi como si se tratara de dos viñetas de los Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau. Intentamos que textos que se leían muy distintos, en un intervalo de nueve años, pudieran ser leídos, más de 20 años después, estableciendo un diálogo entre ellos;

    En este sentido, hemos optado por seleccionar textos que son de autoría exclusiva de Guattari, con dos importantes excepciones seleccionadas por el mismo Guattari para ser introducido en Chile: un fragmento de Mil mesetas (publicado originalmente en 1980, y escrito en coautoría con Gilles Deleuze), y el texto Las nuevas alianzas, coescrito junto a Toni Negri entre y publicado en 1985. Ambos resuenan fuertemente con los restantes textos del volumen, y poseen una actualidad indiscutible y urgente: hoy, quizá más que nunca, los diagnósticos y análisis diagramáticos impulsados por Guattari sobre las subjetividades neoliberales son extraordinariamente urgentes para interrogar y enfrentar nuestro presente.

    ***

    Las luchas del deseo presenta algunos de los ensayos que habían sido contenidos originalmente en la edición de Cartografías del deseo (FZE, 1989). Dichos textos fueron sugeridos por Guattari. Si bien el plan inicial suponía traducir sólo textos pertenecientes a La révolution moléculaire (Éditions Recherches, 1977 / 1980), el texto era muy extenso y quizá muy acabado en su organización como para servir de introducción o de muestra amplia y panorámica del rango de preocupaciones que recorría el ojo guattariano. El primero de los textos que aquí presentamos El Capitalismo Mundial Integrado y la revolución molecular, no forma parte bajo esa denominación de La révolution moléculaire, pero una contribución con ese nombre fue presentada en unas jornadas del CINEL en 1981, y fueron luego recogidas en castellano en la revista Archipiélago: Cuadernos de crítica de la cultura, Nº 1, de 1989. El segundo texto, El capital como ‘integral’ de formaciones de poder, antes de su edición en el libro publicado en Chile en 1989, formó parte de la edición francesa de RM, y publicado antes de eso en la revista Recherches en 1980. El ensayo que lleva por título Micropolítica del deseo está contenido íntegramente bajo el título Micropolitique du fascisme en RM en la edición de 1980. El ensayo siguiente, Cracks in the Street, fue publicado en inglés en el número 135 de la revista de arte Flash Art, en 1987. También dio el título a una conferencia presentada en la Modern Language Association, en New York, el 28 de diciembre de 1988 en el Sheraton Center. Una versión en francés apareció en el libro de Guattari, Cartographies schizoanalytiques (Editions Galilée, 1990).

    Las luchas del deseo y el psicoanálisis figura en RM, en el índice de la edición de 1977. El ensayo siguiente, Las dimensiones inconscientes de los servicios asistenciales, no está publicada en ninguno de los libros de Guattari, previos a su aparición en el volumen chileno de 1989. Según Miguel D. Norambuena, se trata de un artículo publicado en una revista de filosofía y política italiana de la época. Ciudad/Estado corresponde a un fragmento extenso del capítulo Aparato de captura, contenido en Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, escrito por Guattari y Gilles Deleuze, y aparecido originalmente en 1980 como Mille Plateaux (París: Les éditions de Minuit). Las nuevas alianzas es un ensayo más extenso, coescrito junto a Toni Negri entre 1983 y 1984, y publicado originalmente bajo el título Les Nouveaux espaces de liberté por la editorial Dominique Bédou, en 1985. Cerca de la edición que aquí publicamos se lo puede leer en inglés bajo el título Communists Like Us: New Lines of Alliance, New Spaces of liberty (Semiotext(e), 1990).

    Por otro lado, optamos por seleccionar exclusivamente tres conferencias del conjunto del material que significó la visita de Guattari a Chile, y que fueron publicadas en El devenir de la subjetividad, a saber: La producción de subjetividad del Capitalismo Mundial Integrado, Las tres ecologías y Antipsiquiatría, psicoanálisis e institución. Estas tres conferencias fueron dictadas en Santiago (en RENACE, en el Instituto Chileno Francés de Cultura y en la Universidad Diego Portales). Además, corresponden a la primera parte del libro tal como fue publicado en 1998. Con la excepción de La producción de subjetividad del Capitalismo Mundial Integrado que fue publicada originalmente en el Nº 4 de la Revista de Crítica Cultural, estas conferencias llegaron a un público más amplio con El devenir. Por varios motivos hemos optado por dejar fuera de esta edición las entrevistas y diálogos, que sí fueron incluidos en El devenir: desde el punto de vista editorial que perseguimos, las conferencias fueron preparadas considerando a las audiencias que visitó, pudiendo marcar sus textos con los énfasis que el mismo Guattari querría para la discusión; por otra parte, existe un material más amplio y vasto de entrevistas y diálogos que no fueron publicados en El devenir que aún cabría por revisar para próximas publicaciones, y que abren preguntas sobre las elecciones, ausencias, olvidos u omisiones; y, también, porque en las conferencias ocurre un fenómeno curioso: son los traductores y editores de éstas quienes varios años después introducen una serie de subtítulos que orientan la lectura, que presentan a Guattari.

    Por último, nos gustaría precisar cuestiones de carácter editorial. Por una parte, mantuvimos las notas de introducción realizadas por Miguel D. Norambuena y Francisco Zegers provenientes de Cartografías, así como las notas del traductor y subcapítulos que introdujo el equipo que trabajó en la publicación de las conferencias en El devenir. Las notas del traductor entonces corresponden a Miguel Denis Norambuena y a Cristóbal Santacruz, respectivamente. Además, agregamos las propias con el respectivo N. de los E., para marcar esta reedición. Así también, los errores de carácter técnico, como aquellas notas al pie que están inscritas como notas del traductor en Cartografías pero que pertenecen a Guattari, sea de RM u otra publicación de la cual fueron compiladas, han sido corregidas cuando es necesario. Finalmente, esperamos que el lector se encuentre con una edición trabajada cuidadosamente, con cariño y afecto, que busca relanzar la actualidad del pensamiento guattariano en nuestro país.

    CRISTÓBAL DURÁN

    MARÍA LUISA FIGUEROA

    LUCAS SÁNCHEZ

    Félix Guattari en Chile: Sobre transiciones y captura, a más de treinta años

    Cristóbal Durán

    Juan Luis Martínez: ¿La visita a Chile le ha dado una perspectiva nueva sobre el país, sobre la democracia? ¿Esperaba ver algún cambio?

    Félix Guattari: Es muy pronto para contestar eso.

    JLM: Personalmente, creo que no hay muchos cambios.

    FG: Durante años se dijo que esto no cambiaría, pero la realidad lo ha desmentido. Y el cambio va a ser cada vez más acelerado…

    JLM: Usted tiene todavía muchas esperanzas.

    FG: Es una visión geopolítica global.

    JLM: Creo que las cosas se van a acabar, lo que es mucho más importante.

    FG: Desde luego, si las cosas siguen igual, la gente en Santiago va a morir ahogada, todo se va a terminar…

    F

    ÉLIX

    G

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    ONVERSACIÓN CON

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    ARTÍNEZ

    , V

    ILLA

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    LEMANA

    , 19

    DE MAYO DE

    1991

    Félix Guattari fue y sigue siendo un pensador singular, qué duda cabe. Y esto no sólo lo deberíamos advertir en el empleo de dicho adjetivo, que ya marca abiertamente una línea de inclinación para su pensamiento. Hoy consideramos que su visita a Chile, en mayo de 1991, da cuenta de esta singularidad de un modo excepcional; creemos que hay que volver a reconstruir la escena de esta visita, tomando distancia. Reconstrucción que ahora se muestra urgente, que requiere poner sobre la mesa hipótesis para las razones de esta visita y, sobre todo, para proporcionar nuevas entradas para recorrer los estratos y captar las fuerzas que animan nuestro presente, sus gérmenes y sus devenires.

    Nacido el 30 de abril de 1930, el parcours de Guattari nunca se pudo resolver entre la militancia política y la salud mental. Si somos justos: se mantuvo en el medio. Analizado por Jacques Lacan y miembro de la École Freudienne desde 1969, nunca dejó de estar comprometido con la extrema izquierda antiestalinista. Jean Oury, fundador y director médico de la Clínica Psiquiátrica de La Borde, le abrirá las puertas en 1950, y le permitirá desarrollar un trabajo sistemático, en un entorno hospitalario caracterizado por la libre circulación de los enfermos, la rotación del personal y por romper la dicotomía impuesta por el poder médico. Esa orientación hacia la psicoterapia y el análisis institucional tiene como testimonio la fundación del Centro de Estudios, Investigaciones y Formación Institucionales (CERFI), que se mantuvo en operaciones entre 1965 y 1987), y que publicó la revista Recherches. Primero concentrado en la lucha contra la guerra de Argelia (fundó la Voie Communiste, que funcionó entre 1955 y 1965) y luego en el mayo francés, desde los años 1970 sus preocupaciones se volcaron a la defensa de militantes de la Autonomía Obrera italiana, a participar activamente en el movimiento de radios libres en Europa, y, desde los años 1980, como un activista comprometido con los movimientos ecologistas.

    Todo lo anterior nos da una idea muy discreta de sus preocupaciones al momento de interesarse por Chile y llegar a visitarlo. Pero, es preciso recordarlo, aguardando, antes de su visita, hay un diálogo. Si bien este diálogo de Félix Guattari con Chile podría datarse con varias actas de nacimiento, y sin saber todavía qué quiere decir dicho diálogo, lo cierto es que hay un hecho crucial. Hecho que, precisamente, hace treinta años, imprime por anticipado el sentido del volumen que aquí presentamos. En 1989 aparece publicado el libro Cartografías del deseo, bajo el sello de Francisco Zegers Editor. Se trataba de una compilación de textos, de un trabajo editado para presentar a Guattari al lector chileno,¹ asumiendo probablemente que Guattari era prácticamente un desconocido para quienes rondaban nuestras lenguas.

    Hoy podemos decir, luego de pasados treinta años, que sus escritos han sido copiosamente traducidos a varios idiomas, entre ellos el inglés, el alemán, el portugués y el japonés. Las Cartografías fueron un primer gesto para Chile, pero no solitario, por probar la suerte de un pensamiento inaudito en nuestros territorios más próximos: es la segunda traducción de Guattari hecha en Latinoamérica en lengua castellana (en 1976 apareció Psicoanálisis y transversalidad, en Siglo XXI de Argentina y México, y en 1981 se había publicado una selección especial para presentarlo a los lectores brasileños, Revolução Molecular: Pulsações Políticas Do Desejo, una recolección de escritos especialmente reunidos y editados por Suely Rolnik en Editora Brasiliense). Con dificultades, sin hacer concesiones simples al marxismo o al psicoanálisis, se venía fraguando un territorio que todavía quedaba abierto en su trazado.

    Cartografías del deseo contiene un conjunto de textos seleccionados y traducidos por Miguel Denis Norambuena, un chileno radicado en Ginebra, y formado por el mismo Guattari en la clínica de La Borde.² Tal como señala Norambuena, el volumen gozó de una total libertad de confección, libertad no sólo para la selección y recopilación temática, sino también para la traducción, pues Félix, que aborrecía los lazos de dependencia fantasmática o pragmática hacia su persona, sólo era abordable en un contexto empático de recíproca autonomía de vuelo.³ Guattari se había interesado fuertemente por Latinoamérica y Chile, por razones evidentes. Por un lado, por lo que significó el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973), con sus procesos inéditos a nivel social y político, y por la violencia impactante del Golpe de Estado que destruyó su proyecto. Por otro, por cómo se podía experimentar a nivel subjetivo y cuáles serían las implicaciones de ello en un escenario posdictatorial. Su relación de amistad con Norambuena de seguro lo mantuvo al tanto de la imbricación de estos procesos. Dada la inmensa sensibilidad y el cuidado de Guattari con la naturaleza heterogénea de los procesos de reorganización política, resistencia y recuperación de la democracia, su interés por Chile, más que orientarse a la política de las grandes relaciones de poder, lo llevarían a detenerse en los laberintos de una micropolítica.

    Para poder entender las razones que lo llevaron a Chile, y que lo llevaron a conjeturar sobre su proceso, es indispensable tener en consideración su temprano vínculo con Brasil. Lo visitó repetidas veces, un total de siete visitas, y lo recorrió con una frecuencia cada vez mayor a medida que pasaban los años.⁴ En Brasil, como es bien sabido, Suely Rolnik jugó un papel fundamental a la hora de hacer presente la obra de Guattari. La relación de Rolnik con Guattari data de inicios de la década de 1970, cuando Rolnik escapa de la dictadura militar hacia París. Conoce a Guattari mientras asiste al seminario de Deleuze, y empieza a ser analizada por él y a participar en La Borde. Una vez que regresa a Brasil, traduce y publica una selección de textos de La révolution moléculaire⁵ bajo el título de Revolução Molecular: Pulsações Políticas Do Desejo. Sin duda, se trata de un primer intento por dar a conocer el pensamiento de Guattari en este rincón del planeta, poniéndolo explícitamente en comunicación con las producciones de subjetividad en Latinoamérica. Así mismo, el libro contribuyó a preparar el ambiente para las reuniones y discusiones que Guattari mantendría en Brasil durante los años siguientes con militantes sindicalistas, miembros de organizaciones de trabajadores y con personajes del entorno psiquiátrico y psicoanalítico de Brasil.⁶

    El caso de Chile es muy interesante. Según lo documenta François Dosse de una manera muy sucinta, Guattari se interesa por la historia de Miguel D. Norambuena, a quien conoce hacia finales de la década de 1970, por mediación de David Cooper. Guattari viaja con Norambuena a Chile en mayo de 1991, y poco después publican una obra en español, con una introducción de Norambuena, compuesta de una compilación de conferencias pronunciadas por Guattari en Chile.⁷ Puntualmente, sobre las consecuencias de la visita de Guattari a Chile, Dosse entrevistó a Norambuena y a partir de dicha conversación pudo escribir que las tesis del esquizoanálisis tuvieron un efecto innegable y notorio.⁸ Si bien es cierto que el lazo que se estrechó entre Guattari —su persona, su pensamiento— y las realidades latinoamericanas, se formó a pulso en el intercambio singular con quienes buscaron hacerse camino ante la brutalidad de las represiones políticas y su concomitante destrucción de los tejidos sociales, y que, desde esos lugares, ello permitió abrir muchas de las ideas de Guattari hacia nuestras experiencias recientes, quizá todavía sea muy pronto para afirmar que estas ideas tienen un efecto innegable y notorio. Y quizá sea, recién hoy, que podemos empezar a advertir esta herencia.

    ***

    Cartografías del deseo, el libro publicado en Chile en 1989, nace como resultado del intento de dar a conocer el pensamiento de Guattari en nuestro país, en un momento especialmente decisivo. El 5 de octubre de 1988 se votó el plebiscito nacional que hizo posible decidir si Pinochet seguía o no el poder hasta 1997. El resultado fue el No: a finales de 1989 se realizaron elecciones presidenciales democráticas, iniciándose la llamada transición democrática con el gobierno de Patricio Aylwin, desde marzo de 1990. Encontrándose con esa situación en Chile, Norambuena, quien vivía desde hace años en Ginebra, empieza a buscar quién podría publicar a Guattari en Chile. Ni el mundo académico, ni el político, ni siquiera el psicoanalítico, se mostrarán receptivos. Por medio de la escritora Diamela Eltit, Norambuena tomará contacto con Francisco Zegers, editor, publicista y pintor chileno, quien finalmente llevará a cabo la tarea de edición y publicación.

    Como cuenta Norambuena en su Introducción al libro de 1989, su intención era originalmente traducir La révolution moléculaire, pero rápidamente se encontró con la necesidad de hacer un volumen más pertinente a nuestro continente y nuestra lengua. En una breve semblanza escrita por Norambuena, aparecida en el catálogo #30 Francisco Zegers Artista / Editor, en 2013,⁹ éste recuerda el interés de Guattari por la dictadura de Pinochet, la represión y el quehacer de los opositores. Decide entonces traducir y editar algunos textos de Guattari en Chile. La apuesta de Guattari para el Chile que iniciaba su transición ofrecía "una temática totalmente trasversal (sic) fuera de todo dogma. Un posicionamiento heterodoxo, que no gozaba en ese momento de ningún espacio de acogida, ni cultural, menos sicoanalítico (sic), como tampoco sociopolítico de parte de la intelligence Santiaguina" (s.n.)

    Durante la década de 1980, la labor editorial de Zegers permitió sostener el trabajo de una serie de artistas y escritores, y publicar sus libros. Entre ellos, la misma Diamela Eltit, Lotty Rosenfeld, Carlos Leppe y Eugenio Dittborn. En ese concierto, la publicación de Guattari proporciona coordenadas de lectura que le planteaban fuertes exigencias al momento que se vivía en Chile. En su Nota del Editor del libro de 1989, Zegers nos propone una imagen de la que no tardará en extraer su fuerza política: el lector podría ser una máquina, máquina como siempre conectada a tantas otras, que experimenta desplazamientos y una paisajística que empezaba, a tientas, a quitarle crédito a ciertos códigos. El libro se le pedía a sus lectores que intentasen pararse en medio, es decir, donde ya no cabe detención alguna, puesto que se trata de un gabinete de lectura móvil, y así sacar la cabeza por la ventanilla del tren.¹⁰

    Una nueva mirada sobre lo político, que implicaría a su vez a la salud mental y a las artes visuales, Zegers tiene muy presente, demasiado, la exigencia que Guattari plantea: si la política de hoy (¿1989? … ¿2020?) desborda sus marcos para tener que retornar a su legalidad para hacerla avanzar en su institución -como un viajero inmóvil, se trataría de recorrer las cosas de otro modo, de hacer otra política, una "política para hoy". Pero no sería una labor sencilla: para ello habría que, en plena retirada de las teorías de la dependencia, advertir que ya no era suficiente con diagnosticar el modelo arborescente que ponía al Sur subordinado al Norte. Desde un principio Zegers veía claramente que con Guattari habría elementos de sobra para interpela[r] al escenario político latinoamericano, que con tanto rigor e ingenuidad se aferra a los modelos arborescentes.¹¹

    El trabajo de Guattari en Chile se inscribiría en paralelo, adyacente al proceso molar de transición democrática. Si la transformación que supone esta última implica captar procesos regulares y trascendentes a los flujos que componen al socius, y que interpretarían, entre otras, la recepción de los llamados movimientos sociales en una institucionalidad en gran medida anquilosada, nunca habría que perder de vista el carácter rizomático de las fuerzas en curso, no formadas ni consumadas. Tal como sucedió en el caso del libro preparado por Suely Rolnik en 1981, lo que estaba en juego era hacer sensible las revoluciones moleculares, de un modo plural y en su compostura singular. Para ello, habría que diluir los cálculos renales que, extendiendo la expresión de Zegers, parece que nuestras políticas siguen cargando, hoy, justo en el momento en que preconizamos haberlos abandonado. Ahora mismo, cuando el capitalismo parece saludar su fluidez, y empiezan justamente en Latinoamérica los retornos más o menos interminables de nuevas formas gubernamentales de fascismos (a falta de un término mejor), para mostrar la falibilidad congénita de la transición. A Zegers (y, como veremos, a Guattari) le interesaba la transición a la democracia, pero la necesitaba para entender en ella no un simple banal paso o momento de pasaje, ni mucho menos un cambio de un estado definido a otro.

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