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Principiantes, Año 3, Maestro
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Principiantes, Año 3, Maestro
Libro electrónico547 páginas6 horas

Principiantes, Año 3, Maestro

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Información de este libro electrónico

Usted encontrará en este libro excelentes lecciones para todo un año.


En ella hallará practicas enseñanzas, lecciones ilustradas con creatividad, comentarios bíblicos que profundizarán sus conocimientos en la Palabra de Dios y ayudas didácticas amenas para la enseñanza de sus alumnos.


Corresponde al año 3 del

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 ene 2022
ISBN9781563449536
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    Principiantes, Año 3, Maestro - Casa Nazarena de Publicaciones

    Principiantes [Maestro] Año 3

    Una publicación para maestros de niños principiantes de 6 a 8 años de edad

    Corresponde al año 3 del ciclo de tres años de principiantes

    Copyright © 2021

    Todos los derechos reservados

    Casa Nazarena de Publicaciones

    Lenexa, KS 66220 (EE.UU.)

    Copyright © 2021

    Patrica Picavea, Editora

    Traducción, adaptación y editorial: Gladys de Aparicio, Florencia Himitián, Marcelo Laffitte,

    Isabel Márquez, Cristina de Palikián, Gladys Perales, Johanna Radi, Javier Sottini, Ana M. Zani

    ISBN 978-1-56344-953-6

    Categoría: Educación cristiana

    Excepto para breves citas, ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio sin la previa autorización escrita de la editorial.

    CONOZCAMOS AL PRINCIPIANTE

    Es muy activo y la coordinación de sus músculos se está afinando.

    Su habilidad para contar, pintar, pegar, recortar y doblar mejora progresivamente.

    Su razonamiento se basa en experiencias previas o en objetos concretos.

    Aprende mejor haciendo que viendo.

    Busca la aprobación de los adultos y sus compañeros.

    Valora la justicia y no comprende cuando las reglas cambian.

    Tiene habilidades básicas (leer, escribir, organizar, clasificar) suficientemente desarrolladas como para lograr objetivos.

    Comprende mejor los conceptos de tiempo, espacio y distancia.

    El compañerismo es muy importante. En esta edad le importa más ser aceptado por sus compañeros que por los adultos.

    Está aprendiendo a conocer la perspectiva de otras personas y a reconocer que un problema puede tener varias soluciones.

    Considerando las características de la etapa de desarrollo de sus alumnos, incluimos algunos consejos para mejorar la dinámica de su clase:

    Use ayudas visuales, ilustraciones y ejemplos variados para ayudarles a entender las ideas abstractas.

    Establezca normas firmes.

    Guíe las discusiones con preguntas sencillas y cortas, para ayudarles a comprender el concepto y use ejemplos para ilustrarlo.

    Planee actividades en pequeños grupos.

    Pida a los alumnos que den ideas para planear proyectos de ayuda a otros en la iglesia y la comunidad y que participen en ellos.

    Ponga énfasis en la importancia del trabajo misionero.

    Provea oportunidades para que discutan y piensen acerca de temas morales.

    Presente historias sin final para que ellos las terminen y tomen las decisiones.

    Use el drama como método y permita que los niños participen.

    RECURSOS DIDÁCTICOS

    Estimado maestro:

    Hemos preparado esta serie de recursos didácticos que le ayudarán a enriquecer la dinámica de su clase.

    En algunas lecciones, en la sección de actividades, se recomienda el uso de estos materiales para estimular al niño a ejercitar sus habilidades motrices y encaminarlos hacia un aprendizaje más significativo.

    RECETAS DE PLASTILINA O MASA PARA MODELAR

    MASA DE HARINA Y SAL

    Ingredientes:

    2 ó 3 tazas de harina común 3/4 taza de sal fina

    1/2 taza de agua tibia Colorante vegetal

    Instrucciones:

    Mezcle la harina con la sal e incorpore poco a poco el agua tibia mientras revuelve. Si desea añadirle color, agregue unas gotas de colorante vegetal mientras amasa. La consistencia de la masa dependerá de la cantidad de agua que agregue. Guarde la masa terminada en un recipiente cerrado dentro del refrigerador.

    MASA COCIDA

    Ingredientes:

    2 tazas de harina 1 taza de sal

    cucharada de aceite vegetal

    cucharaditas de crémor tártaro

    1/2 taza de agua

    Colorante vegetal

    Instrucciones:

    Mezcle los ingredientes secos; después agregue el agua y el aceite vegetal. Ponga la mezcla a fuego mínimo, revolviendo constantemente hasta que la preparación espese.

    Retírela del fuego y déjela enfriar. Para lograr el color deseado, agregue unas gotas de colorante vegetal mientras amasa la mezcla. Se conserva más de un mes si se guarda en un recipiente cerrado.

    MASA DE BARRO

    Ingredientes:

    2 tazas de tierra

    2 tazas de arena

    1/2 taza de sal Agua

    Instrucciones:

    Mezcle la tierra, la arena y la sal; después agregue el agua poco a poco hasta obtener la consistencia deseada para modelar.

    PINTURAS DACTILARES (DACTILOGRÁFICAS O DACTÍLICAS)

    Ingredientes:

    1 1/4 de taza de almidón

    1/2 taza de jabón en polvo

    3 tazas de agua hirviendo

    1 cucharada de glicerina

    Colorantes vegetales o témpera

    Instrucciones:

    Disuelva el almidón en agua fría; después vacíelo lentamente en el agua hirviendo mientras revuelve en forma constante para evitar que se formen grumos. Agregue el jabón y por último añada la glicerina. Para darle color, agregue colorantes vegetales o témpera. Se obtiene una preparación gelatinosa que no es tóxica. Si envasa esta pintura en frascos de plástico, se conservará por varios días.

    PEGAMENTO BLANCO

    Ingredientes:

    4 tazas de agua

    1 taza de harina de trigo

    1/2 taza de azúcar

    1/2 taza de vinagre

    Instrucciones:

    Hierva tres tazas de agua. Mientras tanto, en un recipiente mezcle una taza de agua, la harina, el azúcar y el vinagre. Cuando el agua esté hirviendo, agregue la mezcla y revuelva lentamente sobre el fuego hasta que suelte el primer hervor. Si quedan grumos, puede licuar la mezcla. Si está muy espeso, agréguele agua; si queda aguado, hiérvalo más tiempo. Guarde el pegamento en un frasco tapado.

    PAPEL PARA TARJETAS Y MANUALIDADES

    Remoje en agua caliente 6 hojas de papel o de revistas cortadas en pedacitos.

    Muela en la licuadora el papel con media taza de avena, o de flores, o bagazo de frutas o verduras como zanahoria, apio, etc.

    Cuele la mezcla y agregue cuatro cucharadas de glicerina y 6 cucharadas de pegamento blanco.

    Extienda la pasta sobre un plástico con un rodillo o palo de amasar hasta que quede delgada y pareja.

    Déjela secar al sol durante dos días.

    Con el papel puede hacer tarjetas, separadores de libros, cartas, etc.

    Introducción – Unidad I

    Jesús comienza su ministerio

    Bases bíblicas: Lucas 2:41-52; Mateo 3:1-17; 4:1-11; 4:18-22; Marcos 3:13-19; Juan 1:35-51.

    Texto de la unidad: Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

    Propósitos de la unidad

    Esta unidad ayudará a los principiantes a:

    Conocer los primeros pasos del ministerio de Jesús.

    Ver su crecimiento en el conocimiento de Dios.

    Comprobar su actitud de obediencia al bautizarse.

    Aprender de la forma tan particular que utilizó Jesús, para seleccionar a sus discípulos.

    Lecciones de la unidad

    Lección 1: Jesús aprende a obedecer

    Lección 2: Jesús se bautiza

    Lección 3: Jesús es tentado

    Lección 4: Jesús escoge a sus discípulos

    Por qué los principiantes necesitan la enseñanza de esta unidad

    Es importante que los principiantes sepan que Jesucristo es el personaje de una historia real.

    Muchas veces se les torna confuso el límite entre las historias fantásticas que ven en los dibujos animados (caricaturas) y la realidad.

    De allí que es importante que comiencen a saber de Jesús desde su niñez. Precisamente, esta serie de lecciones permitirán que sus alumnos conozcan a Jesús desde la temprana edad de 12 años.

    A través de los textos bíblicos, comenzarán a familiarizarse, primero, con un pequeño que llamaba la atención de la gente por su sabiduría; segundo, con la manera en que respondía con las Escrituras ante cada tentación del diablo; y por último, con su especial forma de seleccionar a quienes conformarían su círculo íntimo: no escogió ni a personas adineradas, ni influyentes, sino a hombres simples y hasta toscos.

    Para poder amar a alguien hay que conocerlo. Por eso, guíe a los alumnos a empaparse de la personalidad y de las sabias acciones de Jesús, y eso los ayudará a amarlo.

    Lección 1

    Jesús aprende a obedecer

    Base bíblica: Lucas 2:41-52

    Objetivo de la lección: Enseñar a los principiantes que Jesús obedeció a su Padre Dios y que ellos pueden hacer lo mismo.

    Texto para memorizar: Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

    ¡PREPÁRESE PARA ENSEÑAR!

    Cuando vemos a los niños de nuestra congregación corriendo por los pasillosriendo y jugando tendemos a cometer el error de tantos adultos: pensamos que nuestros niños son incapaces de pensar seriamente y que son inmaduros espiritualmente. Debemos corregir esta manera de pensar. Los pequeños tienen una enorme capacidad para comprender la naturaleza espiritual de nuestro mundo, algunas veces hasta más claramente que nosotros, los adultos. Por eso, como tales, podemos aprender lecciones valiosas sobre desarrollo espiritual, a medida que los vemos entregar sus pequeñas vidas en la poderosa mano de Dios. Los niños no saben de teología ni de doctrina, pero pueden experimentar la realidad detrás de conceptos elevados.

    Como maestro, ayúdelos a profundizar su comprensión de la Biblia y de su Autor. Sus mentes inquisitivas y sus tiernos corazones necesitan ser llenos de las verdades de Dios, de la misma forma en que la mente y el corazón de Jesús lo fueron cuando niño. Estos primeros años determinarán la dirección que sus alumnos seguirán en el futuro. ¡Qué gran privilegio y responsabilidad tiene usted como su maestro!

    COMENTARIO BÍBLICO

    Recuerdo con nostalgia los viajes que hacíamos como familia, con mis padres y hermanos. Siempre nos deteníamos a conocer sitios de interés y monumentos históricos. Mientras viajábamos, nos contábamos historias y secretos. Gozábamos de ese tiempo en el que estábamos juntos.

    En la historia de Lucas 2:41-52, encontramos a Jesús de viaje con su familia a la ciudad de Jerusalén. Había muchas fiestas en el calendario judío. Una de esas fiestas era la Pascua, en la que se recordaba la milagrosa liberación luego de los 400 años de esclavitud en Egipto.

    Este viaje en particular fue muy especial para Jesús. Un muchacho judío que a los 13 años se unía a la comunidad como miembro, de la misma manera que lo hacen hoy los jovencitos de esa edad. En este pasaje, Jesús habría viajado a Jerusalén en preparación para los eventos del próximo año. Podemos imaginar la emoción que habrá sentido al saber que en poco tiempo tendría la responsabilidad que concierne al mundo de los adultos.

    Cuando terminó la Pascua, la familia de Jesús dejó Jerusalén con el resto del grupo y viajó todo un día. El grupo era grande y la gente se movía de un lado a otro. Por ese motivo, fue fácil que Jesús se separara de sus padres.

    José y María regresaron a Jerusalén en busca de su hijo. Cuando, al fin, lo encontraron, él se hallaba con los doctores de la ley. Todos estaban maravillados de la inteligencia y de las respuestas de Jesús. José y María expresaron su preocupación como padres cuando lo encontraron. Jesús simplemente les respondió que estaba haciendo lo que era mejor para él: ocuparse de los negocios de su Padre. Sus prioridades tenían dimensiones terrenales y celestiales.

    La Escritura dice que Jesús, obedientemente, siguió a sus padres terrenales de regreso a Nazaret. Allí vivió en sumisión a ellos, mientras afianzaba la relación con su Padre celestial.

    Lucas 5:22 nos recuerda que Jesús se desarrolló como todo niño -física, intelectual y espiritualmente, pero también creció en gracia para con Dios y los hombres. Sabemos, con certeza, que a los 12 años de edad comprendió la importancia de su relación con Dios. Las lecciones que aprendió como adolescente lo ayudarían, más tarde, a confiar en el que lo envió a cumplir la misión de ser el Salvador del mundo.

    DESARROLLO DE LA LECCIÓN

    Prepare con anticipación los materiales didácticos que utilizará para esta lección y procure tener el salón de clases listo, antes de que sus alumnos lleguen.

    Recuerde dar la bienvenida a los visitantes y tomar sus datos para contactarlos durante la semana.

    Escoja una de las siguientes actividades para captar la atención de sus alumnos.

    Realicemos un viaje

    Antes de la clase, prepare una maleta (valija o bolsón) de viaje y colóquela frente a la clase, en un lugar visible, para ilustrar la idea de viajar.

    En la clase, pida a los niños que piensen en viajes o paseos familiares que hayan realizado recientemente. Pregúnteles: ¿Qué empacaron para llevar en su viaje? ¿Cuánto tiempo duró ese viaje? ¿Qué vieron en el camino? ¿Adónde fueron? Permita que los niños cuenten sus experiencias.

    Escuchemos una historia interesante sobre un viaje que realizó Jesús con su familia. El viaje no era tan importante, pero sí lo era el lugar al que se dirigían: Jerusalén. Veamos qué sucedió y el porqué de su importancia.

    ¿Te perdiste?

    Pregunte: ¿Cuántos de ustedes se perdieron al separarse de sus padres en algún centro comercial o en un parque? (Es posible que la mayoría de los niños hayan tenido esa experiencia.) Pregúnteles:

    ¿Cómo se sintieron?

    ¿Cómo se sintieron sus padres?

    ¿Sus padres los encontraron a ustedes?

    ¿Ustedes encontraron a sus padres?

    ¿Qué sucedió cuando se reunieron con ellos?

    Permita que los niños cuenten sus experiencias. Pregunte: ¿Creen que Jesús se perdió alguna vez? La historia de hoy nos cuenta sobre algo que le ocurrió cuando era un muchachito.

    HISTORIA BÍBLICA

    Maestro, use láminas o figuras que muestren a Jesús sentado junto a los doctores de la ley para ilustrarles la historia bíblica a los niños.

    Lo más importante para Jesús

    Cada año, los padres de Jesús se preparaban para ir a Jerusalén a una celebración especial llamada Pascua. Preparaban comida, ropa, y otros artículos que necesitarían durante el viaje. Luego, se reunían con otros miembros de la familia y amigos para la larga caminata hacia aquella ciudad. Mientras caminaban, hablaban de lo que harían y verían al llegar.

    —Ahora que tienes 12 años estás casi listo para ser un hombre —le dijo José a su hijo Jesús—. Mira cuidadosamente a los muchachos más grandes que tú, cómo se preparan para los eventos especiales que se aproximan.

    El entusiasmo en Jesús crecía y crecía a medida que se acercaba a la ciudad. Él sabía que algo significativo estaba por suceder. La Pascua era una festividad muy importante para los judíos. Se ofrecían sacrificios, se comía pan sin levadura, se recordaba cuando Dios los libró de la muerte al pintar con la sangre de los corderos los dinteles de las puertas, se recordaba cuando Dios los sacó de Egipto después de muchos años de esclavitud, se adoraba y escuchaba la palabra de Dios en el templo de Jerusalén.

    Después de unos días, la fiesta terminó, y todos regresaron a sus hogares. José y María, mientras caminaban, hablaban del tiempo transcurrido en la ciudad santa y de las bendiciones de Dios.

    —Pienso que Jesús tuvo un buen tiempo —dijo María.

    —Él se está convirtiendo en un muchacho fuerte —comentó José.

    El final del día los encontró buscando a Jesús.

    —Ya es tiempo de detenernos a descansar. ¿Dónde estará? —preguntó María, con voz preocupada.

    —Yo lo buscaré, no te inquietes —le contestó José.

    —¿Vieron a Jesús? ¿Está con sus niños?

    Nadie lo había visto. No podían encontrarlo. Finalmente, decidieron regresar a Jerusalén.

    —¿Qué crees que le pasó? —preguntó José.

    —¡Espero que esté bien! —exclamó María, con nerviosismo.

    Les tomó todo un día regresar a Jerusalén. Allí continuaron buscándolo.

    Mientras tanto, Jesús estaba en el templo escuchando a los maestros. Aunque tenía solamente 12 años, le permitieron sentarse, escuchar y aun hacer preguntas. Los maestros estaban admirados de su conocimiento y comprensión.

    ¡Por fin sus padres lo encontraron! Cuando lo vieron con los doctores y maestros se maravillaron, pero también estaban molestos. Su madre le preguntó:

    —¿Por qué no regresaste con nosotros? Cuando no te vimos, comenzamos a preocuparnos. ¡Te buscamos por todos lados!

    Jesús estaba sorprendido. —¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? (Lucas 2:49).

    José y María no entendieron lo que les decía. Finalmente, los tres regresaron a Nazaret. Aunque sus padres no lo entendían, Jesús los obedeció. Él honraba a Dios al ser obediente a sus padres terrenales. "Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres" (Lucas 2:52).

    ACTIVIDADES

    ¡Hagamos un viaje!

    Diga: Hoy realizaremos un viaje. ¿Qué es viajar" (Permita que algunos contesten). Sí, es ir de un lugar a otro. Nuestro viaje nos llevará a un sitio donde escucharemos una historia bíblica.

    Permita que los niños lo sigan, caminando alrededor del edificio de la iglesia, por los pasillos, la cocina, y demás lugares donde no interrumpan otras clases. Recorran el santuario principal, el jardín y los patios.

    Al llegar al lugar donde relatará la historia, permita que los pequeños se sienten a su alrededor. Dígales: ¡Al fin llegamos! Nos llevó bastante tiempo. Nuestra historia de hoy habla de cuando Jesús y su familia hicieron un largo viaje, de Nazaret a Jerusalén. Nuestro viaje nos llevó solamente unos pocos minutos, pero a ellos les llevó varios días. Escuchemos lo que dice la Biblia sobre Jesús. Sostenga su Biblia abierta. Cuente la historia de Lucas 2:41-52.

    Luego, pídale en secreto a algún niño que se quede en el mismo lugar donde relató la historia. Mientras regresan al salón de clase, pregunte: ¿Están todos aquí? Si nadie contesta, mire alrededor del salón y cuente cuántos niños hay. Finja que está sorprendido porque falta uno. Debemos regresar a buscar a

    Ambos comenzaron a preguntarle a la gente: (nombre del niño que falta), ¡él no está en el grupo! (Si alguien menciona el nombre del niño que falta, pídale que regrese y lo busque).

    Al regresar al salón con todos, diga: se quedó donde estábamos. Él no regresó con el grupo. Piensen cómo se sentían los padres de Jesús cuando se dieron cuenta de que él no estaba con ellos. ¿Qué les dijo Jesús cuando lo encontraron en el patio del templo? (¿No saben que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?). La relación con su Padre Dios era muy importante para Jesús, aun cuando él todavía era un niño. Jesús deseaba conocer a Dios.

    Lo más importante para Jesús

    Para esta actividad, y con anticipación, debe preparar el modelo del televisor mágico. Elementos necesarios: tijeras, pegamento y lápices de colores. Se necesitará para cada niño: 1 caja de pañuelos de papel (Kleenex) en forma de cubo y 4 platos de cartón de 15 cm. de diámetro. Siga las instrucciones de la actividad de la Lección 1. Cada niño necesitará: 1 caja de pañuelos de papel o una caja de cartón parecida, en forma de cubo, y 4 platos pequeños de cartón, o 4 círculos de cartulina de 15 cm. de diámetro, para hacer el televisor mágico. Prepare los cubos como lo muestra el diagrama.

    En la clase, diga: Jesús deseaba más que cualquier otra cosa tener una buena relación con Dios. Al igual que Jesús, los niños y niñas pueden tener una relación cercana con Dios. Pregúnteles: ¿Cómo se puede lograr eso? (Leyendo y obedeciendo la palabra de Dios, orando y escuchando lo que dicen nuestros padres, pastores y maestros acerca de Dios).

    Entrégueles la hoja de actividad y pídales que, en el círculo en blanco, escriban o dibujen algo que pueden hacer para estar cerca de Dios. Muéstreles el modelo que usted preparó con anterioridad. Entregue a los niños las cajas y los 4 platos de cartón, y ayúdelos a preparar sus televisores mágicos.

    Con esta actividad, y a modo de repaso, pídales que le relaten a usted la historia bíblica y la verdad aprendida.

    Memorización

    Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

    Necesitará una pelota o bolsita llena de semillas. Divida a la clase en dos equipos. Pueden estar de pie o sentados, un equipo frente al otro. Entregue la pelota o bolsita al primer niño de uno de los dos equipos. Ese niño dirá la primera palabra del versículo (por ejemplo: Y). Luego debe arrojar la pelota al primer niño del equipo contrario, y este dirá la segunda palabra (Jesús). La pelota seguirá pasando de niño en niño, en forma de zigzag, hasta que todos hayan dicho una palabra del texto. Cuando terminen de decirlo, incluyendo la cita, comiencen de nuevo. Al repetirlo, los niños aprenderán el texto bíblico jugando.

    Para terminar

    Ore con los niños pidiendo al Señor que ellos sean obedientes como lo fue Jesús y que estén cerca de Dios, como él lo hizo.

    Si es necesario, disponga un tiempo de oración de altar —si hay niños que son desobedientes a Dios y a sus padres.

    Invite a los pequeños a regresar el próximo domingo. Puede repartir tarjetas con los nombres de los niños que deseen que se ore por ellos. Anímelos a orar unos por otros.

    Recuérdeles llevar los televisores a su casa. Pídales que cuenten la historia bíblica de hoy a sus padres, hermanos y amigos. Dígales que, de esa manera, muchos aprenderán a conocer al niño Jesús y a saber que él fue obediente a sus padres.

    Lección 2

    Jesús se bautiza

    Base bíblica: Mateo 3:1-17

    Objetivo de la lección: Ayudar a los principiantes a conocer que Jesús es el Hijo de Dios y comprender que su bautismo nos muestra que vino a salvarnos del pecado.

    Texto para memorizar: Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

    ¡PREPÁRESE PARA ENSEÑAR!

    Los principiantes no pueden experimentar el testimonio en sus vidas a partir de sus padres o de otros adultos de la iglesia. Es muy importante afirmar el desarrollo espiritual de los niños. Aunque sean muy pequeños, pueden decidir amar y servir a Dios. Ellos observan los ejemplos de los adultos que los rodean. La responsabilidad de su desarrollo espiritual deriva de una asociación entre los mayores cercanos a ellos y Dios. Intentemos adaptar las percepciones del niño acerca de Dios y brindémosle oportunidades para que él experimente el amor y la gracia de Dios.

    Estas lecciones sobre el ministerio de Jesús los ayudarán a entender mejor su vida y su mensaje. Así como crece su entendimiento, también aumenta su habilidad para responder al mensaje del evangelio de una manera positiva. Ore por los niños a quienes enseña cada semana y pídale a Dios su bendición para presentarles las verdades de su Palabra.

    COMENTARIO BÍBLICO

    Lea Mateo 3:1-17. Después de que Jesús se mudó a Nazaret con José y María (Mateo 2:19-23), la Biblia no nos dice mucho acerca de su vida. Aparentemente, trabajó como carpintero con José, su padre, aquí en la tierra, y probablemente tomó el negocio cuando José murió. Mientras Jesús trabajaba en la carpintería, su primo, Juan el Bautista, predicaba en el desierto. El mensaje de Juan era: Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca.

    Cuando la gente escuchaba la predicación de Juan confesaba sus pecados y se bautizaba en el río Jordán. La palabra arrepentimiento significa dar un giro de 180 grados en la vida y encaminarse en una dirección totalmente opuesta a la que llevaba hasta entonces. En este caso –y aún hoy– implica que la gente deja el pecado y toma una nueva trayectoria hacia una vida recta. Pero ¿quién nos dará el poder para marchar en dirección a Dios?

    Sabemos que necesitamos arrepentirnos para que nuestros pecados sean perdonados, pero también sabemos que necesitamos un cambio real en nuestro corazón para no pecar continuamente. Juan usó el bautismo con agua como una forma de mostrar que la persona dejaba de desobedecer a Dios. El bautismo con el Espíritu Santo (vv.11-12) era algo que Jesús haría para brindarle a la gente un corazón limpio, de modo que pudieran tener el poder de obedecer a Dios y vivir para él.

    Cuando se acercaba el tiempo en que Jesús comenzaría su ministerio público fue a visitar a Juan, en el río Jordán. Jesús era el Hijo de Dios; él no necesitaba arrepentirse de ningún pecado.

    Como el Mesías, lo primero que hizo Jesús fue anunciar públicamente que él se identificaba con la gente perdida, que había venido para salvar y que era obediente a la voluntad de Dios.

    Cuando el Espíritu Santo descendió como una paloma, era la manera de Dios de decirle al mundo que Jesús era su Hijo y que llevaría a cabo el plan de salvación de toda la humanidad. Los niños pequeños deben saber que cuando aman a Jesús están amando a alguien a quien Dios ama mucho. Ellos deben saber que cuando se arrepienten de sus pecados están diciendo que aman a Dios y desean obedecerlo. El Espíritu Santo es quien los ayudará a hacerlo.

    DESARROLLO DE LA LECCIÓN

    Prepare con anticipación los materiales didácticos que utilizará para esta lección y procure tener su salón de clases listo, antes de que sus alumnos lleguen.

    Recuerde dar la bienvenida a los visitantes y tomar sus datos para contactarlos durante la semana.

    Puede realizar la siguiente actividad para captar la atención de los niños.

    ¿Qué es esto?

    Antes de la clase, escriba cada letra de la palabra bautismo en cuadrados de cartulina por separado (puede ponerle anillos de cinta adhesiva detrás de la letra, o perforarla y colocarle un hilo para colgar).

    Mientras adivinan, los niños pueden ir poniendo cada letra en un mural en la pared, o en la pizarra.

    En clase, mezcle las letras y entrégueselas a los pequeños. Dígales: Vamos a ordenar estas letras para formar una palabra que tiene un significado especial. Si tienes la letra que corresponde a la clave que voy a dar, tráela y cuélgala.

    La primera letra es la segunda letra del alfabeto (B)

    La segunda letra es la primera letra del alfabeto (A)

    La tercera letra es la última vocal (U)

    La cuarta letra es el nombre de una bebida (T)

    La quinta letra es una vocal con punto (I)

    La sexta letra es parecida a una serpiente (S)

    La penúltima letra tiene dos montañitas (M)

    La última letra parece un anillo (O)

    Pregunte: ¿Qué palabra formamos con estas letras? (bautismo). Para los judíos, el bautismo era una forma de mostrar que se habían arrepentido de sus pecados. También mostraba que querían vivir para Dios.

    Cuando Juan el Bautista predicó, les dijo a las personas que necesitaban arrepentirse y bautizarse. Nuestra historia bíblica de hoy nos cuenta sobre alguien que así lo hizo.

    HISTORIA BÍBLICA

    "Hola, mi nombre es Alberto. Les contaré sobre un hombre extraño. Su nombre es Juan y le hablaba a la gente desde el río Jordán. Le pregunté a mi mamá si podíamos ir a verlo. ¿Adivina qué? ¡Decidimos ir, y vimos las cosas más sorprendentes!

    "El hombre usaba ropa hecha de pelo de camello. Tenía un cinturón de cuero. Alguien dijo que comía miel y langostas. ¿Pueden imaginar qué horrible es eso?

    "Luego escuchamos que decía que la gente necesitaba reconocer su pecado y pedir perdón a Dios. Si así lo hacían, debían caminar hasta el río y el hombre los empujaba al agua. Mamá me dijo que eso se llama bautismo, y por eso la gente llamaba al hombre ‘Juan el Bautista’.

    "Estuvimos sentados en una roca mirando y mirando. Luego, escuchamos cuando un grupo de fariseos y saduceos se acercaron; alguien me dijo que esos eran los líderes religiosos más importantes. Juan los vio llegar y les dijo que eran como víboras. ¡Eso me sonó a insulto! Creo que no les gustó mucho lo que Juan les dijo. Realmente, el bautista dijo cosas extrañas: habló acerca de alguien que vendría, que era muy poderoso. Dijo que ni siquiera él podía desatar la correa de los zapatos de ese hombre. Pensé que ese señor poderoso llegaría en un caballo blanco, y con muchos soldados, o en un carro de hermosos y brillantes colores. Pero no fue así.

    "Con mamá vimos a un hombre sencillo, que se acercó hasta el río. Estoy seguro de que Juan se emocionó al verlo. Alguien le susurró al oído a mi mamá que ese hombre se llamaba Jesús. Oí que deseaba ser bautizado, pero Juan no quería hacerlo. Escuchamos que Juan le decía a Jesús: ‘Yo necesito ser bautizado por ti, ¿porqué vienes tú a mí?’

    "Jesús insistió y le pidió a Juan que lo bautizara. Finalmente, aceptó. Ambos caminaron hacia el río y Juan ayudó a Jesús a descender a las aguas. Cuando salió del agua, sucedió la cosa más fantástica que jamás haya visto.

    "En ese momento vimos que el cielo se abría y el Espíritu de Dios descendió sobre Jesús como una paloma. ¡La paloma era espectacular, hermosa! Creo que nunca volveré a ver una igual a esa.

    "Entonces todos escuchamos una voz que decía: Este es mi Hijo amado, yo estoy muy complacido con él.

    Nuestros ojos y oídos no podían creerlo. ¡Nos fuimos a casa maravillados por todo lo que había acontecido!

    ACTIVIDADES

    Jesús se bautiza

    Siga las instrucciones de la lección 2 del libro del Alumno para ensamblar las figuras. Ayude a los niños a completar la sección del agua, si es que ellos tienen problema para hacerlo. Permítales que paren sus figuras sobre la mesa; utilícenlas para repasar lo que sucedió en la historia.

    Muestre a los niños cómo colocar el agua para revelar a Jesús. Entregue sus figuras para que les cuenten la historia a los miembros de su familia y amigos.

    Pregúnteles: ¿Quién bautizó a la gente? (Juan el Bautista). ¿Qué le dijo Juan a Jesús? (Yo necesito ser bautizado por ti). ¿Qué sucedió cuando Jesús salió del agua? (El Espíritu Santo descendió en forma de paloma y se escuchó la voz de Dios). ¿Cómo se preparó Jesús para hacer el trabajo planeado por Dios? (Se bautizó). ¿Por qué piensas que fue importante? (Porque mostró que amaba a los pecadores y que había venido para ayudarlos). ¿Cómo mostramos nuestro agradecimiento a Jesús por ser nuestro Salvador? (Amando a Dios y haciendo lo que él quiere que hagamos; recibiendo a Jesús como nuestro Salvador.)

    Agradando a Dios

    Necesitará una pelota. Divida a los niños en dos grupos (usted puede ser parte de alguno).

    Pregunte: ¿Cuáles son las formas de agradar a Dios y demostrar nuestra alegría por el hecho de que Jesús sea nuestro Salvador? Permítales que sugieran las respuestas posibles, mientras usted las anota en la pizarra o en un cartel: orar, leer la Biblia, ir a la iglesia, obedecer a los padres, ser bondadoso, amar a otros, decir y actuar con la verdad, ser leal, etc. Luego, divida la clase en dos equipos. Coloque sillas, o pueden estar de pie, un equipo frente al otro. Entregue la pelota al primer niño del primer equipo. Él dirá una manera de agradar a Dios (por ejemplo: orar), luego debe pasar la pelota al primer niño del equipo contrario, y este expresará otra forma (por ejemplo: leyendo la Biblia). Así, la pelota seguirá pasando de niño en niño hasta que todos hayan participado. Las respuestas pueden repetirse. Diga: Hacer las cosas que agradan a Dios los ayudará a crecer como Jesús. Recuerden: ¡deben obedecer tal como Jesús lo hizo!

    Memorización

    Puede usar la dinámica anterior con la pelota para que los niños aprendan el versículo de memoria. Cuando el niño tiene el balón en sus manos debe decir una palabra del texto, y mientras va pasando de niño en niño, aprenderán el versículo por repetición. Al pequeño que se le cae la pelota le corresponde decir dos palabras. Quien pueda decir todo el versículo sale del juego y se le brinda un fuerte aplauso.

    Busca el texto perdido

    Antes de la clase, escriba el texto en tarjetas de cartulina, de tamaño mediano (20 cm. x 20 cm.), y en cada tarjeta escriba una palabra. Necesitará 18 tarjetas, incluyendo la cita bíblica. Antes de que lleguen los niños, esconda las tarjetas en distintos lugares del salón. Luego de orar, dar la bienvenida y repetir varias veces el texto a memorizar –que estará escrito en la pizarra–, pida a los niños que busquen el texto perdido. Cuando lo hayan encontrado podrán permanecer de pie, y cada uno deberá ubicarse en el lugar, de modo que el texto quede ordenado correctamente. Puede escoger a tres niños para que sirvan de jueces y digan si el pasaje está armado en forma correcta.

    Otra dinámica: Cambie a los niños que hacen de jueces y escoja a otros. Luego, haga que se cambien las tarjetas entre todos y que armen el texto una vez más. Los nuevos jueces dirán si el texto está en el orden correcto.

    Esta es una actividad muy ajetreada, pero que los niños disfrutarán jugando y aprendiendo el texto de memoria.

    Puede repetir este tipo de actividades durante la unidad y hacerlas con cualquier otro tema que le toque abordar.

    Si el número de alumnos es grande, puede dividir la clase en dos o más grupos para que todos participen: algunos siendo jueces y otros quienes pongan el texto en orden.

    Para terminar

    Bríndeles siempre la oportunidad de preguntar sobre la lección. Se sorprenderá al ver que algunos muestran deseos de profundizar en la palabra de Dios y en los acontecimientos bíblicos.

    Entone un coro de acuerdo al tema de la lección. Antes de despedirlos, dígales que se pongan en círculo y ore con ellos.

    Lección 3

    Jesús es tentado

    Base bíblica: Mateo 4:1-11

    Objetivo de la lección: Enseñar a los principiantes que cuando Jesús fue tentado por Satanás, él decidió obedecer a Dios. Por lo tanto, ellos pueden actuar del mismo modo.

    Texto para memorizar: Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).

    ¡PREPÁRESE PARA ENSEÑAR!

    En estos tiempos en que el mundo afirma que no existen absolutos, y que rara vez se dice que algo es realmente bueno o malo, los niños necesitan saber que algunas decisiones son incorrectas. La decisión de desobedecer a Dios es siempre mala. Dios nunca cambia. Si él dice que algo es malo, siempre será malo. Sin embargo, Satanás procura que sigamos los deseos humanos.

    La tendencia actual es dar prioridad al yo y a lo que nos satisface. Dios desea que lo obedezcamos y lo busquemos a él en primer lugar. Esta lección ayudará a los niños a comprender que, así como Jesús tuvo que decidir entre obedecer a Dios o a Satanás, también ellos tendrán que tomar esa decisión. Anímelos a pedir la ayuda de Dios para vencer la tentación, porque él los conoce y los ama. Dios comprende nuestras debilidades y puede darnos fortaleza cuando somos tentados.

    Esta serie de lecciones sobre la vida de Jesús guiarán a los niños hacia Dios. Él es nuestro ejemplo de obediencia y devoción al Creador.

    COMENTARIO BÍBLICO

    Cuando Jesús se bautizó, declaró públicamente que realizaría el plan de Dios. Estaba comprometido a cumplir la voluntad divina. Pero, para hacerlo, tuvo que enfrentar a Satanás, el enemigo de Dios. Con cada tentación, Satanás trató de convencerlo para que tomara un atajo en el cumplimiento de su misión. Y, en cada tentación, se enfrentó a lo que significaba ser el Hijo de Dios.

    A Jesús se lo tentó a poner su necesidad física antes que la voluntad de Dios, convirtiendo las piedras en pan. Después, en su

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