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PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS
PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS
PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS
Libro electrónico143 páginas1 hora

PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS

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Información de este libro electrónico

Buscando un sentido a su vida, un joven voluntario de la Peace Corps, tras
viajar por medio mundo, llega a la India, a una pequeña isla del delta del
Ganges.
Allí, en una sencilla cabaña de bambú situada en la sagrada tierra de Mayapur,
conoce a un santo, el maestro espiritual más eminente de toda la India, un
maestro que le puede revelar todo aque
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 jul 2020
ISBN9789871386826
PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS
Autor

A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA

SU DIVINA GRACIA A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA representa una cadena ininterrumpida de maestros espirituales completamente autorrealizados que se inicia con el propio Sri Krishna y es el maestro escolástico más destacado del mundo de la sabiduría védica.

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    PREGUNTAS PERFECTAS RESPUESTAS PERFECTAS - A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA

    Conversaciones entre Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda y Bob Cohen, joven universitario colaborador de la organización Cuerpo de Paz en la India

    Las obras de Su Divina Gracia

    A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

    •  Bhagavad-gītā tal como es

    •  Śrīmad-Bhāgavatam, cantos 1–10 (13 tomos)

    •  Śrī-Caitanya-caritāmṛta (4 tomos)

    •  Las enseñanzas de Caitanya Mahāprabhu

    •  El néctar de la devoción

    •  Upadeśāmṛta (El néctar de la instrucción)

    •  Viaje fácil a otros planetas

    •  Meditación y superconciencia

    •  Śrī Īśopaniṣad

    •  Kṛṣṇa, la fuente del placer (2 tomos)

    •  Las enseñanzas de la reina Kuntī

    •  Las enseñanzas de Kapiladeva, el hijo de Devahūti

    •  Vida y enseñanzas de Caitanya Mahāprabhu

    •  La ciencia de la autorrealización

    •  Más allá del nacimiento y de la muerte

    •  En el camino a Kṛṣṇa

    •  Rāja-vidyā: el rey del conocimiento

    •  Elevándose a la conciencia de Kṛṣṇa

    •  La vida proviene de la vida

    •  La conciencia de Kṛṣṇa: el regalo inigualable

    •  Las enseñanzas trascendentales de Prahlāda Mahārāja

    •  Preguntas perfectas, respuestas perfectas

    •  Saṁsāra, la rueda del destino

    Título del original: Perfect Questions, Perfect Answers

    © 2020 The Bhaktivedanta Book Trust International, Inc.

    Para mayor información sobre The Bhaktivedanta Book Trust, visite www.bbtlatino.org o envíe un email a [email protected]

    www.krishna.com

    www.bbt.info

    Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

    Reservados todos los derechos

    ISBN: 978-987-1386-82-6

    Primera edición e-book: Julio 2020

    Introducción

    ¿Un título perfectamente presuntuoso?

    Han pasado treinta y tres años desde que me senté cerca del río Ganges para tener la conversación que expongo en este libro. Desde que se publicó en 1976, he repartido muchas copias. Muchas veces fue difícil explicar un título que habla de mis ‘preguntas perfectas’, puesto que en 1972 solo tenía veintidós años de edad y estaba ciertamente ¡lejos de la perfección! Aun así, mi compañero de conversación, Śrīla Prabhupāda, sugirió el título Preguntas perfectas, respuestas perfectas. Y claro que fue muy humilde, pues, si no, ¿de dónde surgió toda esta perfección?

    Mi familia judía conservadora inculcó en mí el deseo interno de entender a Dios. El autodescubrimiento y las protestas pacifistas eran los eslóganes de mis años de universidafd; a pesar de ello, me las arreglé para graduarme en química en 1971 en el Instituto Politécnico Rensselaer. En ese ambiente de introspección y protesta, quedé fascinado por el canto de Hare Kṛṣṇa, que escuché por primera vez a finales de los 60 en Greenwich Village, y por el Bhagavad-gītā, la obra básica sobre el yoga.

    Aprendí que yoga significa ‘unión con Dios’. Los conceptos del yoga me atraían, y no contradecían los principios de mi educación. Aun así, la presentación del yoga en América me incomodaba. Todas las semanas, el New York Daily News publicaba a página doble las declaraciones del último guru hindú proclamando su iluminación al mundo. ¿En quién podía confiar? Parecía algo necesario acudir a la fuente, a la mística y lejana India. Después de mis años de universidad, el Cuerpo de Paz parecía un modo atractivo de explorar la India, vivir en una aldea, aprender el idioma e investigar a fondo el Gītā y el canto.

    La India no fue lo que yo me la había imaginado. Descubrí que la pobreza extrema era un fenómeno que afectaba principalmente las zonas urbanas. Aunque un enjambre de mendigos pululaba por las ciudades, el campo rebosaba de prósperas granjas y pueblos apacibles habitados por personas contentas. Una vaga y sutil trascendencia lo impregnaba todo.

    Una vez asumido mi cargo como maestro de escuela secundaria en Bihar, comencé a visitar templos, mezquitas e iglesias. Fue decepcionante. Las congregaciones no estaban en busca de la realización, sino de dinero, buena suerte y prestigio. Era la versión religiosa del programa de televisión de los años 70 «Hagamos un trato». ¿Había dado la vuelta a medio mundo y soportado todos aquellos dolores de barriga solamente para encontrar los mismos valores superficiales que había visto en la América materialista? Conocí varios gurus, pero ninguno me impresionó.

    Mi búsqueda existencial comenzó a esfumarse. En febrero de 1972 visité Calcuta durante unas vacaciones escolares. Allí estaban los devotos Hare Kṛṣṇa, mayormente occidentales, cantando como los había visto en Greenwich Village. Me invitaron a visitar un lugar de retiro a unos ciento cincuenta kilómetros al norte de Calcuta. Decidí que encajaba bien con mi búsqueda y estuve de acuerdo.

    Tomamos un tren a través de los verdes paisajes bengalíes hacia Māyāpur, un hermoso lugar cerca del río Ganges. Al llegar, descubrí que Māyāpur era todavía un lugar de retiro en los comienzos de su desarrollo, y que para entonces era solamente un arrozal recientemente adquirido donde no había más que unas carpas y una choza. No obstante, ese arrozal estaba cerca del lugar sagrado de nacimiento del famoso santo medieval Śrī Caitanya. En la choza estaba el fundador del movimiento internacional Kṛṣṇa en persona, un caballero mayor de nombre Śrīla Prabhupāda. Sus seguidores estaban haciendo afanosamente una sopa para los muchos refugiados de la reciente guerra Indo-Pakistaní. Me zambullí en la tienda de los hombres y me ofrecí a ayudar a cocinar para esos necesitados.

    Había alrededor de sesenta seguidores Kṛṣṇa, mayormente americanos o europeos, todos ellos por debajo de los veinticinco años. Eran muy entusiastas, por decir lo menos. Muchos estaban muy deseosos de compartir su convicción con el único invitado de habla inglesa, yo. Sin embargo, alguien me invitó a conocer a Śrīla Prabhupāda, y tuve la sensación de que esa era la razón por la que había venido a la India.

    Ahora viene la parte de ‘preguntas perfectas’ que me ha causado tanta incomodidad. El Bhagavad-gītā (la obra fundamental sobre la trascendencia) incluye esta advertencia para el buscador:

    Tan solo trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Hazle preguntas de un modo sumiso y ofrécele servicio. El alma autorrealizada puede impartirte conocimiento, porque ha visto la verdad» (Bg. 4.34).

    Según esta instrucción hay tres cualidades que debe tener el novicio:

    1. Visitar al guru

    2. Preguntar sin desafiar

    3. Asistir al guru de alguna manera

    El Gītā sugiere que el guru puede ‘impartir conocimiento’ cuando se cumplen esas tres condiciones.

    Mi intención al visitar a Śrīla Prabhupāda era explorar, más que confrontar. Habiendo conocido y estudiado a muchos instructores autoproclamados, me sentía sumamente escéptico; pero, de todos modos, me intrigaban los seguidores de Śrīla Prabhupāda.

    Una vez que superé su celo, encontré una combinación genuina de misticismo y renunciación junto con explicaciones convincentes. Decidí pasar mi tiempo con Śrīla Prabhupāda aprendiendo en vez de desafiando. Más tarde, siempre podría decidir aceptar o rechazar lo que escuchara.

    De esta manera pasé la primera y la segunda de las tres condiciones del Gītā. El programa que el movimiento Kṛṣṇa había puesto en marcha para paliar el hambre en la zona ocupaba buena parte de mi día, así que estaba cumpliendo con la tercera también.

    Desde el punto de vista de Śrīla Prabhupāda, yo estaba siguiendo las premisas del Gītā; de ahí lo de ‘preguntas perfectas’. A su vez, Śrīla Prabhupāda respondió mis preguntas basándose en esta instrucción del Gītā (4.2): «Esta ciencia suprema se recibió así a través de la cadena de sucesión discipular, y los reyes santos la entendieron de ese modo».

    Śrīla Prabhupāda respondió mis preguntas siguiendo el antiguo sistema de sucesión discipular, repitiendo lo que había escuchado de las autoridades previas, y no inventando nada. Así obtuve ‘respuestas perfectas’ a mis preguntas respetuosas, presentadas por un mensajero humilde de sus predecesores.

    La primera conversación que tuve con Śrīla Prabhupāda no fue grabada por su secretario; por ello el libro comienza sin nuestra presentación ni el diálogo inicial. Todos los temas importantes comienzan con el segundo diálogo, el primer capítulo.

    Espero que la lectura de mis conversaciones con Śrīla Prabhupāda los conduzca a su propia perfección.

    Bob Cohen

    I.

    Kṛṣṇa, el supremo atractivo

    27 de febrero de 1972

    BOB: ¿Qué es un científico?

    ŚRĪLA PRABHUPĀDA: Aquel que conoce las cosas tal y como son.

    BOB: Piensa que conoce las cosas tal y como son.

    ŚRĪLA PRABHUPĀDA: ¿Qué?

    BOB: Tiene la esperanza de que conoce las cosas tal y como son.

    ŚRĪLA PRABHUPĀDA: No. Tiene

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