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El Atrapasueños
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Libro electrónico196 páginas2 horas

El Atrapasueños

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Chris Snyder es un agente del FBI que decide retomar el caso de una joven de 17 años llamada Laura, acusada de asesinar brutalmente a su familia. Durante el avance del caso este se ve involucrado en una serie de sucesos inexplicables que lo llevan a dudar incluso de su propia cordura.
Adentrándose a un extraño mundo completamente distinto al que conoce.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 jun 2018
ISBN9788417436667
El Atrapasueños
Autor

Cristian Eduardo Camacho Salas

Nacido el 15 de Abril de 1992, en la ciudad de Zapopan, Jalisco. Termino su bachillerato en la Preparatoria 7 de la UDG en el 2010. Cristian mostró destreza y habilidad musical en su adolescencia, desarrollando una gran creatividad que lo llevo a la inquietud de comenzar a escribir, con la finalidad de compartir sus locas historias y esa extraña imaginación con los lectores.

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    El Atrapasueños - Cristian Eduardo Camacho Salas

    Cristian Eduardo Camacho Salas

    El atrapasueños

    El atrapasueños

    Cristian Eduardo Camacho Salas

    Esta obra ha sido publicada por su autor a través del servicio de autopublicación de EDITORIAL PLANETA, S.A.U. para su distribución y puesta a disposición del público bajo la marca editorial Universo de Letras por lo que el autor asume toda la responsabilidad por los contenidos incluidos en la misma.

    No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).

    © Cristian Eduardo Camacho Salas, 2018

    Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras

    Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com universodeletras.com

    Primera edición: junio, 2018

    ISBN: 9788417436254

    ISBN eBook: 9788417436667

    Capítulo I

    El inicio

    Chris Snyder es un agente del FBI especializado en investigaciones privadas, quien a pesar de su trágico pasado ha destacado en su trabajo.

    Una mañana mientras se encontraba revisando pilas de archivos, se encontró con un viejo expediente que llamo demasiado su atención, donde al parecer el caso nunca fue resuelto.

    Se trataba del caso de Laura Carrot, una joven de 17 años que fue acusada de asesinar brutalmente a sus padres. Ella fue señalada culpable de tal masacre, ya que se le encontró en la escena de dicho crimen con su vestimenta completamente ensangrentada y tiempo después fue enviada a un hospital psiquiátrico en Rose Park debido a sus argumentos y a la falta de cordura en ellos.

    Chris toma el expediente y camina hasta la oficina de su jefe Patrick Anderson, quien se encuentra sentado en su escritorio....

    Chris: ¡Hola señor!

    Patrick: Chris, ¿como te va muchacho? es un gusto verte.

    Chris: Muy bien señor.

    Patrick: Excelente, ¿dime necesitas algo?

    Chris: Si señor, me gustaría retomar un caso.

    Patrick: ¿Retomar? estaba por asignarte un caso en Seattle.

    Chris: ¿En Seattle?

    Patrick: Así es muchacho.

    Ambos se quedan en silencio por unos momentos y Patrick es capaz de observar un pequeño disgusto y falta de ánimo en la cara de Chris al saber sobre el caso en Seattle...

    Patrick: Oye Chris... sé que ese lugar te trae malos recuerdos, pero tienes que superarlo, eres joven y fuerte muchacho.

    Chris: Descuide, es solo que yo estaba pensando en retomar este caso señor (entrega el expediente a Patrick).

    Patrick: Laura Carrot...

    Chris: Así es señor.

    Patrick: El extraño caso de la chica homicida.

    Chris: ...

    Patrick: Esto fue hace años muchacho, nadie logro que la chica hablara, o al menos dijera algo congruente para el avance del caso.

    Chris: Me gustaría tratar señor.

    Patrick: ¿De verdad? Chris, esa chica debe estar aún más desquiciada que antes, no deberías perder tu tiempo en esto.

    Chris: Solo necesito su aprobación para retomar el caso señor.

    Patrick: ¡Vaya que eres un necio! me recuerdas un poco a tu padre, tienes una semana para demostrar avances.

    Chris: ¡Gracias señor!

    Patrick: Espero no arrepentirme de esto.

    Chris: No lo hará, se lo aseguro.

    Chris sale de la oficina de Patrick y se dirige a su escritorio donde se queda revisando más a fondo el expediente de Laura Carrot. Pasan varias horas y continúa observando detalladamente todo archivo anexado al expediente, se encuentra con distintos recortes de fragmentos periodísticos que describen a su versión y manera lo ocurrido aquel día.

    Después de una larga y agotadora investigación, recoge sus cosas y se encamina hasta su auto para regresar a casa. Al llegar se recuesta sobre el sofá y exhausto cae rendido ante el cansancio y se duerme.

    A la mañana siguiente se despierta un poco agitado, ya que al parecer sus sueños siguen recordando su pasado; se levanta y se dirige a la regadera para darse un baño, al terminar se viste y camina hasta la cocina para preparar un desayuno rápido. Finalmente recoge sus cosas y se dirige a su auto, esta vez para visitar a Laura Carrot, quien según los informes se encuentra en el hospital psiquiátrico ubicado en Rose Park #17.

    Después de conducir por horas llega al lugar y se acerca a una caseta de vigilancia que se encuentra afuera del hospital psiquiátrico...

    Guardia: Buen día, ¿puedo ayudarle?

    Chris: Si, vengo a ver a una paciente.

    Guardia: Lo siento amigo, hoy no es el día para visitas.

    Chris: Entiendo, pero vengo por asuntos federales (muestra su placa).

    Guardia: Muy bien (abre la reja eléctrica de la entrada).

    Avanza algunos metros en su auto al entrar y se estaciona cerca de lo que parece ser la entrada principal, sale de su auto y observa brevemente el panorama con amplios jardines, después camina hasta recepción y se encuentra con una mujer que le sonríe al recibirlo...

    Recepcionista: Buenos días, ¿en que puedo ayudarle?

    Chris: Buen día, vengo a ver a alguien (muestra su placa).

    Recepcionista: Ya veo. ¿Cuál es el nombre de esa persona?

    Chris: Laura Carrot.

    Recepcionista: Veamos (comienza a revisar en su computadora).

    Al parecer ella tiene restricción de visitas debido a su conducta, necesita la autorización del director para poder verla.

    Chris: ¿Podría llamar al director?

    Recepcionista: Claro, tome asiento por favor.

    Chris: ¡Gracias!

    Chris toma asiento en un viejo sofá color café que se encuentra frente al mostrador de recepción, toma una revista de un anaquel al lado del sofá y comienza a hojearla; todo está muy tranquilo, solo puede escuchar el sonido que hace la recepcionista al escribir sobre el teclado de su computadora, de pronto escucha una voz en el interfón «Dr. West, se le solicita en recepción».

    Minutos más tarde se abre una puerta y sale un hombre viejo de apariencia soberbia preguntando la razón por la cual le han llamado...

    Recepcionista: Hola Dr. West, el hombre que espera en el sofá dice pertenecer al FBI y viene a ver a Laura Carrot.

    Dr. West: ¿FBI dices?

    El Dr. West observa a Chris sentado en el sofá y sin palabra alguna camina hasta la entrada principal de recepción donde se queda mirando unos momentos el auto de Chris, después se devuelve para preguntarle la razón de su visita...

    Dr. West: ¿Y dígame que lo trae por acá? Pertenece al FBI, ¿cierto?

    Chris: Si, vengo a ver a una paciente llamada Laura Carrot.

    Dr. West: ¿Con que finalidad desea ver a la señorita Carrot?

    Chris: Es información confidencial, asuntos federales.

    Dr. West: ¡Así que... asuntos federales!

    Chris: ¡Así es!

    Dr. West: ¿Podría mostrarme su placa por favor?

    Chris: Si (muestra su placa).

    Dr. West: Bien, sígame por favor.

    Ambos salen del área de recepción y caminan por un amplio y largo pasillo mientras el Dr. West explica a Chris la conducta agresiva de Laura y el motivo de su aislamiento con los demás pacientes, se detienen frente a una puerta y el Dr. West le pide que espere dentro mientras el continúa caminando por el pasillo.

    Chris abre la puerta y entra, observa una sala con ventanales de cristal y afuera un patio con más mesas y sillas vacías; se acerca a una de las mesas donde permanece esperando.

    Momentos más tarde se abre la puerta y entra el Dr. West acompañado de un hombre de gran corpulencia y masa muscular el cuál sostiene a Laura con su brazo izquierdo...

    Dr. West: Bien, aquí esta.

    Chris: Gracias.

    Dr. West: Permítame presentarle al oficial Becker, es el encargado de la seguridad en este lugar y se quedará a custodiar a la señorita Carrot durante su interrogatorio.

    Chris: Con todo respeto doctor, el interrogatorio es confidencial.

    Becker: ¡Es por tu seguridad!

    Dr. West: ¡Anda Becker ya lo escuchaste!

    Becker: ¿Pero el protocolo de seguridad?

    Dr. West: ¡He dicho que esperaremos afuera! (alza la voz).

    Becker: Bien.

    Dr. West: El oficial Becker estará afuera por si necesita algo.

    Chris: Gracias.

    El Dr. West y el oficial Becker salen del lugar, Becker recibe la indicación de quedarse a custodiar la entrada e interferir en caso de ser necesario, mientras que el Dr. West se va caminando por los pasillos hasta su oficina.

    Dentro de la sala comedor Chris esta frente a Laura, ella sólo está parada mirándolo y mirando el piso, vistiendo una especie de pijama azul, de pronto Chris la invita a tomar asiento para conversar...

    Chris: ¡Hola me llamo Chris!

    Laura: Hola, soy Laura. (dice en tono muy bajo).

    Chris: Laura, estoy aquí para ayudarte, ¿crees poder responder unas preguntas?

    Laura: No lo sé. (discretamente con su mirada señala una cámara de seguridad que se encuentra en el lugar).

    Chris: ¿Te molesta si fumo? (saca un cigarrillo de su traje).

    Laura: No.

    Chris saca un encendedor y antes de encender el cigarrillo hace una actuación de mirar el lugar y ver letreros de no fumar además de los detectores de humo y el sistema de alarmas contra incendios; Laura sonríe ya que se da cuenta de que esta fingiendo para engañar a las cámaras de seguridad y poder salir al patio, que es el área de fumadores y está libre de cámaras de seguridad.

    Ambos salen al patio toman asiento y continúan hablando...

    Laura: Eso fue astuto (sonríe).

    Chris: Creo que funciono, supongo que ya puedes hablar libremente.

    Laura: Supongo que sí.

    Chris: Bien, entonces. ¿crees poder responder mis preguntas?

    Laura: ¡Sácame de aquí y lo haré!

    Chris: Sabes… no pareces alguien que merezca estar aquí.

    Laura: ¿A caso estas coqueteándome?

    Chris: ¡No, nada de eso!

    Laura: Solo bromeo, ¿dime qué quieres?

    Chris: Es sobre tus padres, ¿puedes hablar de ello?

    Laura: ¿Para qué? De igual forma no me vas a creer y yo seguiré aquí.

    Chris: ¡Puedo tratar de ayudarte, si me lo permites!

    Laura: ¡Ya te lo dije! Sácame de aquí, si en verdad quieres ayudarme.

    Chris: No puedo hacer eso.

    Laura: ¡Entonces a que vienes!

    Chris: Laura, tranquila.

    Laura: Necesito ver a la anciana.

    Chris: ¿De qué hablas?

    Laura: Olvídalo, solo déjame sola.

    Chris: Espera... En verdad quiero ayudarte, pero las cosas no funcionan así, yo no puedo sacarte de aquí...

    Laura: Entonces no puedes ayudarme (se levanta de la silla).

    En ese momento entra Becker molesto preguntando por que salieron de la sala sin autorización alguna...

    Chris: Oye tranquilo, ¡todo está bien! Ella no demostró conducta violenta, además solo salimos un momento, quería fumar un cigarrillo y no quise activar las alarmas.

    Becker: ¡Federales, creen que pueden hacer lo que les da la gana!

    Chris: ¿Disculpa?

    Becker: ¡En este lugar tenemos normas de seguridad que deben seguirse y respetarse!

    Chris: Bien.

    El Dr. West entra a la sala y le pide a Becker que escolte a Laura hasta su habitación y se queda charlando con Chris sobre las normas de seguridad del lugar y los riesgos que puede ocasionar ignorarlas.

    Chris le comenta al Dr. West sobre la anciana que menciono Laura...

    Dr. West: ¿Anciana ha dicho?

    Chris: Así es doctor.

    Dr. West: Es curioso como la mente de las personas puede crearse ideas imaginarias, al grado de creer que son reales.

    Chris: ¿A qué se refiere?

    Dr. West: ¡La señorita Carrot no ha tenido visitas en años!

    Chris: Si no ha tenido visitas… ¿Como afirman que es peligrosa?

    Dr. West: Ella solía hablar con otros pacientes acerca de un monstruo que quería matarla y robarle su llave al mundo de los sueños, después se comportaba violentamente y comenzaba a atacar a los demás.

    Chris: ¿Mundo de los sueños?

    Dr. West: Si, ¿algo muy desquiciado no cree?

    Chris: Vaya… Parecía alguien muy cuerda allá afuera.

    Dr. West: No se deje engañar, después de todo recuerde que sus historias de fantasía la llevaron a matar a su familia, no se deje llevar por una cara bonita agente Chris.

    Chris se despide y sale del lugar un poco decepcionado de la cordura de Laura, «por algo ella está aquí, no seas tonto» se dice así mismo, mientras sube a su auto para regresar a su casa.

    Al llegar a su casa hace una llamada a Sarah, la asistente de su jefe y le pregunta si puede revisar en la base de datos información sobre el hospital psiquiátrico en Rose Park, tratándose de los registros de visitas a nombre de Laura Carrot. Sarah le confirma enviar los resultados cuando los consiga mientras Chris le agradece y se despide; después camina hasta su cama donde nuevamente cae rendido ante la pesadez que le provoca el cansancio.

    Mientras tanto a cientos de kilómetros de la casa de Chris, en el hospital psiquiátrico de Rose Park, conversan el Dr. West y Becker...

    Dr. West: Ella le contó sobre una anciana al federal.

    Becker: ¡Deberíamos forzarla a hablar!

    Dr. West: Becker... Becker... No queremos levantar sospechas, ¿entiendes?

    Becker: ¿Y qué hay del federal? ¿Y si le cuenta?

    Dr. West: Querido Becker siempre tan ingenuo, ¿dime quien creerá las las palabras de una loca?

    Becker: ¡Otro loco quizás! Además, la chica no resulto tan loca.

    Dr. West: Así es Becker, este mundo está lleno de misterios y pronto conseguiremos algo maravilloso.

    Becker: Insisto con el federal, ¿lo desaparezco?

    Dr. West: No es necesario Becker, ya le he contado sobre el mundo de los sueños y todos los delirios de Laura.

    Becker: ¡Que hizo qué! (dice sorprendido).

    Dr. West: Tranquilo, el federal tomo las cosas como cuentos de fantasía, historias irreales salidas de la imaginación de Laura, lo que en verdad me interesa es saber

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