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Ellos. Los poderes ocultos
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Libro electrónico475 páginas11 horas

Ellos. Los poderes ocultos

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Tercer libro, y último, de la trilogía compuesta por “Nosotros. La revolución desde el corazón”, “Vosotros. Apuntes de evolución” y este mismo título. En este volumen, el autor trata de presentar algunos detalles del extenso abanico de poderes ocultos que lastran la evolución del ser humano.
Un auténtico trabajo de investigación en múltiples fuentes que ofrece pinceladas con un aire muy conspiranoico para que el lector continue con sus propias conclusiones. Escrito desde la energía del amor, este tercer y último libro no pretende colocar a estos poderes de polaridad negativa en el atril del odio y la crítica, sino más bien traerlos a la luz con todo el amor y la compasión posibles; ya que ellos también forman parte del complejo plan divino y están, sin duda alguna, formando parte de la creación, del mágico suspiro generado por El Creador de todo lo que es.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 sept 2018
ISBN9780463548349
Ellos. Los poderes ocultos
Autor

José Ignacio Díaz Latorre

Nacho Díaz Latorre nace en Ginebra (Suiza) en 1966. Vive en España. Mantiene una actitud dinámica e inquieta y combina su pasión por la escritura con su trabajo de Freelancer como diseñador gráfico, editor y fotógrafo. Casado en 1992, tiene dos hijos. Aficionado a la práctica del Trail Running. Estudios de Profesor de educación primara (Lengua española). Escritor. Blogger. Youtuber.Ofrece talleres y conferencias en torno al tema del despertar de la consciencia y la evolución personal.

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    Ellos. Los poderes ocultos - José Ignacio Díaz Latorre

    PREFACIO

    Tercer libro, y último, de la trilogía compuesta por Nosotros. La revolución desde el corazón, Vosotros. Apuntes de evolución y este mismo título. En este volumen, el autor trata de presentar algunos detalles del extenso abanico de poderes ocultos que lastran la evolución del ser humano.

    Un auténtico trabajo de investigación en múltiples fuentes que ofrece pinceladas con un aire muy conspiranoico para que el lector continue con sus propias conclusiones. Escrito desde la energía del amor, este tercer y último libro no pretende colocar a estos poderes de polaridad negativa en el atril del odio y la crítica, sino más bien traerlos a la luz con todo el amor y la compasión posibles; ya que ellos también forman parte del complejo plan divino y están, sin duda alguna, formando parte de la creación, del mágico suspiro generado por El Creador de todo lo que es.

    "Suponer que la Tierra es el único mundo poblado en el espacio infinito es tan absurdo como creer que en todo un campo sembrado de mijo sólo un grano crecerá."

    Metrodoros de Chios (s. IV a. C.)

    "Aunque se partan nuestros corazones, no podemos flaquear; éstos son tiempos nuevos, señor. Hay una oscura conspiración en marcha, tan sutil que seríamos criminales si fuéramos a aferramos a viejos respetos y antiguas amistades."

    Arthur Miller. (Ir al índice)

    INTRODUCCIÓN

    Apreciado lector, lectora. Estás frente al tercer volumen que completa la trilogía de ensayos que proyecté en su día, hace ya de esto varios años. Con este libro se cierra un ciclo que espero enriquezca y, sobre todo, abra la mente de quien se disponga a leerlos. Nosotros, Vosotros y Ellos, fueron los tres títulos que vinieron a mi mente para conceptualizar la historia y el devenir de nuestra especie, la humana. Para hablar sobre los enormes potenciales que tenemos, sobre nuestra infinita capacidad para amar; pero también para hablar, como es el caso ahora, sobre los grandes peligros que nos acechan y sobre las terribles manipulaciones de las que somos objeto.

    Nosotros, Vosotros y Ellos son tres partes complementarias de un importante mensaje: el despertar de la consciencia humana. Tres partes diseñadas a tres distintos niveles: aquellos que todavía no han despertado, aquellos que ya lo han hecho, y aquellos que nos controlan desde la sombra.

    Encontrar el momento para sentarme a escribir este libro no ha sido tarea sencilla. Sabía de antemano que este tercer y último volumen iba a ser una tarea mucho más dura que los dos anteriores juntos, incluso creo que me he quedado muy corto en la apreciación. Siempre es agradable escribir sobre los aspectos positivos a futuro, eso abre el alma y la enriquece al tiempo que se va escribiendo el relato, pero tratar los temas oscuros... Eso es harina de otro costal.

    Se hace difícil ponerse a escribir sobre temas que vienen afectando profundamente a la humanidad desde hace, si no más, siglos; sobre gobiernos en la sombra, sobre conspiraciones, sobre corrupciones en el ejercicio del poder; incluso sobre el poder mismo al servicio de otros intereses más oscuros todavía. Más aún cuando no hay datos claros ni contrastados o referencias bibliográficas sobre mucho de todo esto, y todavía más aún cuando ya son varios los autores que se han visto perseguidos y/o aniquilados por desvelar tales informaciones, tan incómodas para el sistema que gobierna el mundo desde la sombra más oscura. Llámalo como quieras... Cabal, Cábala, Illuminati, Élite global, Gobierno global, Gobierno oculto... A la postre viene siendo todo la misma cosa.

    Ellos. Los poderes ocultos es el tercer libro de una trilogía con consciencia energética compuesta por Nosotros. La revolución desde el corazón y Vosotros. Apuntes de evolución. A lo largo de los tres libros he pretendido iniciar a aquellos que todavía permanecen dormidos para que empiecen a despertar; dar ánimos a todos aquellos que, estando despiertos, dudan y se plantean el porqué de tanto esfuerzo y sufrimiento; y por último poner de manifiesto la manipulación a la que hemos estado sometidos, y seguimos estando, desde nuestros orígenes como especie; al principio dominados y esclavizados directamente por lejanas razas extraterrestres, y hoy día, además, por sus fieles servidores, hermanos nuestros, humanos sin alma ni conciencia (sin s).

    Este libro pone de manifiesto, de la forma más estructurada de que soy capaz, evidencias que ya circulan por muchos medios escritos, principalmente blogs y webs en Internet. Expone datos sobre muy diferentes aspectos clave que muestran hasta qué punto estamos ciegos y actuamos como obedientes corderos, servidores de un poder oculto cuyo fin último es nuestra dominación absoluta y, si ello no fuese posible, nuestra aniquilación como especie. Por tanto este tercer volumen puede ser etiquetado, sin ningún lugar a dudas, como un libro conspiranoico. He hecho un esfuerzo de recopilación respetuosa de infinidad de datos que circulan por Internet, no considerando aquellos que pudiesen resultar ofensivos o completamente descabellados, ya que no pretendo con ello más que sacarlo a la luz y ofrecer pistas para que tú comprendas e inicies tus propias investigaciones. Tampoco me veo obligado a identificarme con todo lo que aquí expongo, pero creo que cuando hay tanto circulando, y cuando mucho de ello se repite en diferentes lugares y momentos, es porque algo de verdad habrá.

    Aviso al lector para que afine su intuición, pues muchos (la mayoría) de los datos expuestos a continuación pueden no tener sustento documental o justificación lógica alguna, dado que son temas que no interesa que salgan a la luz, y mucho menos que sean vox populi. Por esta razón invito al lector o lectora a que valore los datos y las ideas expuestas en este libro no con la razón y el ego, sino que las filtre con su intuición y su alma, que se deje llevar aunque no entienda o pueda aceptar completamente todos los postulados. Puede que llegue el día en el que éstos encajen definitivamente y el clic se produzca en su mente. No descarto que algunos o muchos de estos datos puedan ser engañosos o directamente falsos o incompletos. Ese es precisamente el interés de aquellos que se mantienen en la sombra manejando los hilos de nuestra realidad, de esto último no tengo la más mínima duda. Todo lo escrito a continuación forma parte de mi propia investigación durante varios meses, recopilando y organizando, visionando vídeos y leyendo libros y documentos, comparando y descifrando infinidad de recortes de aquí y de allí. Cuando ha sido posible se ha citado la fuente incluyéndola de forma inmediata en el texto para que el lector continúe descubriendo por su cuenta, si es que esa es su voluntad. En otras ocasiones ha sido imposible poner de manifiesto las fuentes porque, sencillamente, éstas no existen. Por esa razón considero que la bibliografía está inserta en el propio texto, obviando un apartado al final del libro para mostrarla.

    Este no es un libro de entretenimiento, tampoco es un libro fantástico o de aventuras para adolescentes o público infantil. Trata de poner de manifiesto importantes aspectos que han venido siendo ocultados por los mass media (siempre al servicio del poder oculto) a las mentes de la mayoría, y en otras ocasiones pone de manifiesto realidades tan contundentes que pueden llegar a pasar desapercibidas precisamente por su evidencia. Dicen los ancianos que si quieres esconder algo, lo mejor que puedes hacer es ponerlo en un lugar bien visible, en este caso creo que no se equivocan.

    Soy consciente de que tratar estos temas puede resultar incómodo para quienes quedan en evidencia, pero también soy consciente de que el tiempo de aquellos que quieren subyugarnos ha pasado y que ELLOS ya no tienen nada que hacer aquí. Su batalla está perdida y lo saben, aunque nunca podremos confiar en quienes no nos quieren, porque en su naturaleza está morir matando. La única clave para asimilar esto es el amor incondicional hacia ellos, es el arma que los ha derrotado siempre y la que los puede hacer volver a su origen de polaridad positiva, porque ellos también son hijos de Dios y cumplen su misión, aunque eso, en última instancia, es una decisión suya.

    El ser humano, tras su convulsa y dolorosa aparición como especie en este bello planeta, ha asumido ya su mayoría de edad y afortunadamente ha sabido conectar con Dios, el creador de todo lo que es. Así ha conseguido su propia independencia, haciéndose valer como otra más de los miles de millones de especies inteligentes que pueblan este vasto universo. Poco a poco se está desvinculando de su situación de especie esclava con la que todavía hoy sigue identificándose. Dejemos de ser corderos obedientes, ignorantes y temerosos para convertirnos en los seres de luz amorosos, orgullosos, inteligentes y valientes que siempre hemos sido. Estoy convencido de que este cambio ocurrirá de repente, en pocos años, aunque la fecha todavía pueda verse lejana.

    Te invito a que te adentres en una lectura que aporta claves para que tú mismo, tú misma, elabores tus propias conclusiones. Sin más pero sin menos. Espero que te sirva de punto de apoyo para aclarar tu comprensión de este mundo en el que vives, o al menos para sembrar tu realidad de preguntas y dudas que te pueden llevar a liberarte del más pesado yugo que pueda existir: la esclavitud. No creas, repito, al pie de la letra lo que contiene este libro, sírvete de ello para afinar tu sentir, para manifestar tus dudas, y para concluir por ti mismo/a aquello que creas como verdadero, el resto descártalo, pero no lo olvides del todo. ¡El tiempo de la especie humana ya ha comenzado! . (Ir al índice)

    CAPÍTULO 1. HISTORIA Y ERAS

    Historia oficial y eras geológicas en la Tierra. Sumeria.

    Quiero comenzar el relato de forma progresiva, comenzando desde el principio conocido. Para ello voy a hablarte en primer lugar de la historia oficial y las eras geológicas que ha establecido la ciencia oficial para nuestro conocimiento y tranquilidad. Esto no quiere decir que todo lo oficial sea cierto. A lo largo de la exposición podrás ir comprobando la sutil trampa a la que desde el principio hemos estado sometidos por lo oficial.

    Desde pequeños, en primaria y secundaria, y posteriormente en todas las ramas de los estudios universitarios superiores, la historia oficial nos ha hablado del origen de la Tierra, Gaia, Tera, o Ea, como también es conocida. Tarde o temprano estudiamos que en el principio no había nada, y que progresivamente la vida fue desarrollándose en ella. Este hecho provocó la necesidad científica de seccionar el tiempo en eras geológicas para poder explicar mejor todos los eventos evolutivos a los que pertenecemos. De ahí surge un grupo de sabios y científicos oficiales que establecen estas eras geológicas. Yo he encontrado las siguientes seis definiciones: Era cenozoica, era mesozoica, era paleozoica, era proterozoica, era arqueana y era hadeana. De esta hermosa manera nos quedamos más tranquilos, y nuestra mente ya puede asimilar de forma ordenada nuestra trayectoria histórica. Mi primera pregunta, ingenua, es ¿Quién había hace 3.500 millones de años en la Tierra capaz de asegurar que en ese momento existían las cianobacterias? Claro, el Carbono 14. ¡Lo olvidaba! Todo tiene sentido cuando podemos datar con el Carbono 14. ¿No estaremos abusando de esa forma de datación?

    La historia oficial comienza hace 4.600 millones de años, cuando en la Tierra no existía nada. Todo eran erupciones volcánicas, el tremendo calor comenzaba a organizar un protoclima y nuestra atmósfera se organizaba preparándose para albergar la futura vida. Comienza una tremenda época de lluvias que enfrían el planeta y se forman los océanos. Seguidamente surgen los metanogenes (organismos procarióticos), las cianobacterias, y con ellas comienza a formarse en torno al planeta una atmósfera rica en oxígeno.

    Progresivamente hemos convenido, y así lo hemos asentado como verdad, que el paso del tiempo ha ido propiciando la evolución de esas primeras cianobacterias hasta llegar (casi por arte de magia) a la formación de un organismo extremadamente complejo e inteligente, capaz de tener consciencia de sí mismo y de sus actos, capaz de reflexionar, de comunicarse y de trabajar en equipo para desarrollar herramientas y habilidades complejas que le permitan su propia evolución. A lo largo de los millones de años hemos evolucionado partiendo de la nada más absoluta, de un cúmulo de gases, pasando por organismos unicelulares, después células más complejas, pequeños vertebrados, peces, anfibios, reptiles, insectos, de repente enormes animales que llamamos genéricamente dinosaurios, luego insectos sociales, plantas con flores, pequeños mamíferos, simios..., hasta llegar al Plioceno, donde hace aproximadamente 4,5 millones de años se datan los primeros protohumanos.

    Actualmente, a nivel geológico, nos encontramos en la era cuaternaria, más concretamente en el Antropoceno, como no podía ser de otra manera. Del griego ἄνθρωπος [ánzropos], hombre, y καινός [kainós], nuevo. El Nuevo hombre, para que se note que somos nosotros los que hemos establecido la clasificación de las eras geológicas. A lo largo de millones de años no hay ninguna posibilidad de vida organizada e inteligente, sólo a partir de 5 millones de años hacia aquí es cuando empieza a desarrollarse el simio, pero por mucho que se excava no se encuentra evidencia científica del salto genético del simio al Homo sapiens sapiens, que somos nosotros actualmente. Trataremos esto más adelante.

    ¿Dónde aparecen las primeras organizaciones humanas, los primeros asentamientos organizados, las primeras ciudades?

    Todo apunta hacia el valle aluvial localizado entre los ríos Tigris y Éufrates, en el medio oriente, lo que hoy identificamos como Irak, Siria y Kuwait. Aquí se datan las primeras ciudades entorno al año 3150 antes de Cristo. Hasta ese momento el ser humano no tiene ubicación reconocida, muy probablemente estaba en una situación de trashumancia, recolectando, acompañando a las grandes manadas, sin una tecnología suficiente y dependiendo de la naturaleza, las bayas y los vegetales que encontraba a su paso.

    Me decido a buscar información y encuentro algo que me sorprende en Wikipedia, cito textualmente los primeros párrafos de la entrada Sumeria de la citada web y destaco algunas partes en color para comentarlas a continuación:

    El término sumerio es el nombre común dado a los antiguos habitantes de baja Mesopotamia por sus sucesores, los semitas acadios. Los sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa literalmente el pueblo de cabezas negras. La palabra acadia shumer puede representar este nombre en el dialecto, pero se desconoce por qué los acadios llamaron Shumeru a las tierras del sur. Algunas palabras como la bíblica Shinar, la egipcia Sngr, o la Hitita Šanhar(a) pueden haber sido variantes de Šumer. De acuerdo al historiador babilonio Beroso, los sumerios fueron extranjeros de cabezas negras.

    Primeros pobladores. En la Baja Mesopotamia:

    Asumiendo que existían asentamientos humanos desde el Neolítico como demuestra la cultura de Jarmo (6700 a. C. - 6500 a. C.), y en el Calcolítico las de cultura Hassuna-Samarra (5500 - 5000 a. C.) El Obeid (5000 - 4000 a. C.), Uruk (4000 - 3200 a. C.) y Yemdet Nasr (3200 - 3000 a. C.)

    No existen registros escritos de esa etapa para conocer el origen de este pueblo, y tampoco los cráneos hallados en los enterramientos aclaran el problema de su origen, debido a que están representadas tanto la dolicocefalia como la braquicefalia, con algunos testimonios del tipo armenoide. Se investigan las esculturas sumerias que muestran un alto índice de cráneos braquicéfalos en sus representaciones que quizá podían dilucidar la procedencia de este pueblo, junto con las coloraciones y las dimensiones de las esculturas, que son una mezcla entre caucásicos y miembros de raza negra. Con todo esto no es suficiente evidencia para solucionar el problema puesto que la plástica podría haberlas idealizado, como pasaba en las esculturas egipcias.

    Se ha descartado la posibilidad de identificación basada en la evolución de los tipos craneales en el conjunto del Oriente Medio, pues éstos aparecen bastante mezclados. Sin embargo se pueden distinguir cuatro grandes grupos con rasgos pertenecientes a distintas épocas: antes de 4000 a. C. sólo se encuentran poblaciones dolicocéfalas del tipo mediterráneo; los eurafricanos, que sólo son una variedad de este grupo, y que no tuvieron un papel apreciable hasta 3000 a. C.; el tipo alpinos, braquicéfalos que se manifiestan moderadamente después de 2500 a. C., y los armenoides, derivados tal vez de estos alpinos que aparecen en abundancia después de 500 a. C. Los pueblos descendientes de los cimerios tienden a tener en promedio las cabezas más redondeadas (braquicéfalas) que los demás pueblos de esa área y la palabra sumerio puede ser una transliteración de la palabra cimerios según algunos filólogos. Es por esto que varios investigadores creen que ambos pueblos son un mismo pueblo en diferentes épocas, pero no hay suficientes evidencias para sustentar esta hipótesis.

    Parece posible que los sumerios fuesen una tribu proveniente de fuera, posiblemente de las estepas, pero su origen concreto es desconocido. Esto es lo que se ha venido denominando desde el siglo XX como el problema sumerio.

    En cualquier caso, es durante el período del Obeid cuando se producen avances que cristalizan en el período de Uruk, y que sirven para considerar este momento como el inicio de la civilización sumeria.

    Algunos estudiosos también postulan que los sumerios establecidos en Mesopotamia, no tendrían un origen autóctono, sino que provendrían de la cultura que fundó la ciudad de Mohenjo-Daro (que existió entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.) en India.

    ¿El pueblo de cabezas negras? ¿Qué significa esto? ¿Cráneos dolicocéfalos y braquicéfalos? ¿Se ha descartado la posibilidad de identificación de los habitantes de Mesopotamia basada en la evolución de los tipos craneales existentes en el conjunto del Oriente Medio? ¿Parece que fuesen una tribu proveniente de fuera? ¿El problema sumerio?

    Bien, esta batería de preguntas planteadas por la ciencia oficial y a las que, de momento, no tienen respuesta posible, no considera los estudios del Sr. Zecharia Sitchin, alabado por unos y denostado por otros. El Sr. Sitchin estudió durante muchos años miles de tablillas de arcilla escritas en sumerio y encontradas en unas excavaciones de la ciudad de Nínive. Estas tablillas, aunque incompletas, narran el origen del pueblo sumerio, que imagino ya conocerás.

    Resumo: Los sumerios cuentan en su historia que fueron creados por los Anunnaki. Los Anunnaki era una raza de dioses que venían de las estrellas. Vamos, una raza extraterreste mucho más avanzada que la nuestra. Dicen que los crearon a ellos y que les servían. No voy a explicar mucho más acerca de esto porque está ampliamente documentado en internet por David Parcerisa (www.davidparcerisa.org) Te recomiendo que visites su página, que veas sus vídeos y leas sus libros. Él está investigando este asunto desde hace muchos años y suscribo lo que dice completamente.

    La historia del dios Anu y sus dos hijos Enki y Enlil puede parecer una historia truculenta e inventada pero como no existen más pruebas que las citadas tablillas y allí lo dice, pues habrá que creerlo. En este punto la ciencia oficial echa el freno, se está tocando un tema tabú: las civilizaciones extraterrestres. Al poder no le interesa.

    Deberíamos aceptar que fuimos creados por otra raza extraterrestre... ¿Hay algún problema en ello? Según narra Sitchin y Parcerisa, los Anunnaki tenían capacidades como la telepatía, eran mucho más altos y fuertes (llegando a medir hasta 5 metros), y su aspecto era de reptil con rasgos antropomorfos, aunque tenían la capacidad de cambiar de forma y ocasionalmente podían ocultar sus rasgos originales a voluntad. Todos tenían la cabeza alargada, más grande que la humana, algunos cuernos, y dos filas de dientes. También parece que podían moverse entre dimensiones espacio-temporales, por lo que podían aparecer y desaparecer. Todo esto les dotaba de la cualidad de dioses a los ojos de los humanos sumerios. La historia continúa con muchísimos detalles más.

    Algo que parece curioso es la denominación de cabezas negras y la obstinación de la ciencia oficial en comparar los cráneos. Se dice que aparecieron multitud de cráneos dolicocéfalos y que éstos no tenían continuidad con los tipos craneales existentes en el conjunto del Oriente Medio. Si consideramos que según las citadas tablillas sumerias, el pueblo sumerio cuenta que fueron creados a través de ingeniería genética mezclando un óvulo de una hembra simio terrestre con un espermatozoide de macho Anunnaki, y el óvulo resultante fue gestado por una hembra Anunnaki, entonces puede mantenerse la hipótesis de que el resultado fuese un cráneo ciertamente alargado o dolicocéfalo. Estos cráneos han sido hallados a lo largo del mundo por doquier, pero la ciencia no quiere o no se atreve a dar una explicación.

    Esta herencia genética, fruto del cruzamiento y el tiempo, ha ido modelándose a lo largo de los milenios dando como resultado el cráneo humano actual. Es una teoría, ya que la ciencia ni aprueba ni desmiente este hecho. Existe la creencia de que los primeros faraones del antiguo Egipto también fueron descendientes de estos Anunnaki, de hecho posiblemente toda la especie humana lo fuese. A continuación te dejo otra muestra, en este caso se trata de una vista de perfil del cráneo de Akenatón, tumba KV55, donde se muestra todavía un rasgo dolicocéfalo aunque mucho menos acentuado que en las imágenes anteriores. ¿Acaso fue Akenatón hijo del linaje Anunnaki? ¿Acaso lo eres tú también?

    Algunos, para justificar este alargamiento, dicen que era costumbre en algunas tribus antiguas alargar los cráneos de sus recién nacidos atando unas tablillas en torno a los huesos de la cabeza. Esta idea cae de pleno cuando se analizan las capacidades volumétricas (en centímetros cúbicos) de uno de los cráneos de Paracas, por ejemplo, y un cráneo humano alargado con métodos artificiales. La capacidad de un cráneo como los de Paracas o la isla de Malta puede llegar a los 2300 cm3, mientras que la capacidad de un cráneo humano tipo ronda los 1200–1850 cm3. En un cráneo alargado artificialmente con tablillas la capacidad se mantiene, nunca puede aumentar, por evidentes razones físicas.

    Relación de capacidades de diferentes tipos de cráneos:

    Orangutanes: 275–500 centímetros cúbicos

    Chimpancés: 275–500 centímetros cúbicos

    Gorilas: 340–752 centímetros cúbicos

    Humanos: 1200–1850 centímetros cúbicos

    Neandertales: 1100–1900 centímetros cúbicos

    En fin, como ves, vamos entrando poco a poco en materia, y esto es sólo el principio.

    Historia extra oficial: Atlántida, Lemuria y Mu

    ¿Qué ocurre con las fábulas de la Atlántida, Lemuria y Mu? ¿Por qué la ciencia no encuentra nada? ¿Existieron realmente?

    Tres civilizaciones misteriosas no reconocidas por la ciencia oficial por la ausencia de testimonios científicos que lo demuestren, o al menos eso se dice. Atlántida, ubicada en el Océano Atlántico, de ahí su nombre. Lemuria localizada en el Océano Índico y Mu localizada en el centro del Océano Pacífico, puede que la isla de Pascua sea el último vestigio de esta civilización.

    Creo que las tres civilizaciones fueron destruidas por los propios dioses Anunnaki, tras comprobar que su evolución no era la esperada por ellos.

    Platón (Atenas o Egina, c. 427-347 a. C.) en sus obras Timeo y Critias ya describe su existencia. Otros sabios griegos también mencionan su existencia: Plutarco, Estrabón, Diodoro de Sicilia y Plinio el Viejo.

    Platón es quien más detalladamente describe esta fabulosa civilización con muchos detalles, en su obra Critias cuenta la historia que escuchó de niño de la boca de su abuelo y que éste conoció por boca de Solón (638-558 a. C.). A Solón al parecer se la contaron unos sacerdotes egipcios en la ciudad de Sais. La historia narrada en Critias se localiza aproximadamente hace unos 11.500 años desde nuestros días, y cuenta cómo el ejército ateniense libró una batalla contra el imperio atlante. La narración la localiza más allá de las columnas de Hércules, lo que se conoce hoy como el estrecho de Gibraltar. Este hecho delimita su situación supuestamente en el centro del océano Atlántico. Puede que las islas Azores y las islas Canarias sean vestigios del territorio atlante. Existen otras teorías sobre su hipotética localización, algunos autores centran el territorio atlante en lo que hoy serían las marismas de Doñana, en Andalucía, España, aunque si buscamos pruebas evidentes de su localización ahí o en el centro del Atlántico, todo está por demostrar.

    La ciudad central se describe como una serie de círculos concéntricos alternando zonas de diques amplios con otras de canales, y en el centro una gran extensión con el templo de Poseidón rodeado de todo tipo de construcciones y viviendas propias de una gran ciudad. En los anillos se ubicaban posiciones defensivas, acuartelamientos, atraques portuarios, almacenes, incluso puede que laboratorios científicos considerados demasiado peligrosos como para establecerlos en el centro de la ciudad.

    En cuanto a sus recursos propios, se cuenta que en las tierras atlantes había profusión de minerales, el más importante de ellos era el llamado oricalco. Posiblemente el oricalco fuese una rara aleación de cobre y oro, era el metal más preciado tanto para realizar intercambios comerciales como para efectuar rituales místicos o religiosos. Algunas voces hablan de que la civilización atlante llegó a desarrollar un elevado nivel tecnológico, manejando con soltura la energía electromagnética que les permitía el desarrollo de medios de transporte sustentados por levitación, incluso la tecnología de fusión nuclear, motivo por el cual sobrevino un devastador cataclismo que hizo desaparecer el continente por completo, puede que fruto de un enfrentamiento entre sus habitantes. Todo, como podrás comprobar, queda sin demostrar.

    Otros hablan de que algunos de los habitantes consiguieron escapar vivos de la devastación y viajaron por el norte de África hasta llegar a las tierras de Egipto donde fundaron esta maravillosa y enigmática civilización. Thot, el dios Thot egipcio, también llamado Thot el Atlante, fue el principal artífice de esta historia. A él se le atribuye desde la construcción de la gran pirámide de Gizeh, hasta la escritura de unas tablillas llamadas las Tablas esmeralda. Estas tablas mostraban ingentes cantidades de conocimiento oculto, reservado sólo a unos pocos privilegiados, que sería la salvación para los futuros habitantes del planeta y recogían tanto conceptos técnicos y tecnológicos como morales, espirituales y religiosos. Puedes encontrar bastante información en Internet.

    Si los datos sobre la Atlántida son escasos y nada verificados, los de Lemuria lo son todavía más, ya que al parecer, llegados a este punto, se ponen en evidencia dos líneas teóricas divergentes en cuanto a su origen: La primera habla de que Lemuria fue el primer origen, el primer asentamiento donde los dioses dejaron evolucionar al protohombre actual. No existe información completamente contrastada, pero al parecer Lemuria se localizaba entre África y Oceanía, ocupando la práctica totalidad del océano Índico. Lemuria floreció como la primera civilización, y en ella floreció una rica y sofisticada cultura. La otra teoría habla del origen de Lemuria como consecuencia de la devastación del continente de Mu, localizado entre las costas orientales de la India y Asia. Era un subcontinente aislado que doblaba en tamaño a Australia y que ocupaba gran parte del Océano Pacífico actual. Otro enorme cataclismo lo hizo desaparecer dejando a flote una pequeña fracción conocida con el nombre de Lemuria.

    Por otro lado.

    El término Lemuria tiene sus orígenes en la última parte del siglo XIX. El geólogo Inglés Philip Sclater, había detectado en sus investigaciones la presencia de fósiles de lémures en Madagascar y en la India, pero no encontró ningún indicio de estos mamíferos en el continente africano y el Oriente Medio, lo que le indujo a pensar que en algún momento de la historia Madagascar y la India fueron una vez parte de un continente más grande. A este continente decidió llamarlo ‘Lemuria’, en honor al lémur. La teoría de Sclater fue aceptada por la comunidad científica de la época, ya que explicaba de una forma bastante razonada que los lémures podrían haber migrado por tierra desde Madagascar a la India o viceversa en los tiempos antiguos, dando lugar a la idea de que Lemuria fue un continente real que existía en el pasado. ¿Es posible? ¿No lo es?

    Concluyendo este apasionante apartado: Si tuviese, por obligación, que ordenar en el tiempo estos tres grandes mitos de la historia de la humanidad, diría que al parecer primero fue Mu, del cual se generó Lemuria tras un gran cataclismo, y la Atlántida pudo coexistir físicamente con Mu y Lemuria, aunque la idea generalizada es que su desarrollo fue posterior. Un auténtico rompecabezas, ¿verdad?

    Evidentemente puedes pensar que después de estas páginas no aporte nada nuevo ni verdaderamente relevante al tema de estas tres grandes (y supuestas) civilizaciones antiguas. ¿Alguien lo ha hecho en los últimos siglos? La respuesta es no. Entonces ¿por qué hablar de ello?, ¿qué objeto tiene rebuscar en un pasado tan remoto? Sin duda, buena o mala, certera o desafortunada, toda esta información sobre Atlántida, Lemuria y Mu obliga a la persona interesada a abrir su mente; es un ejercicio necesario para abrir el horizonte de posibilidades que va a colaborar en la estructuración de un sistema de pensamiento abierto, progresista, holístico y posibilista. Todo lo contrario a los sistemas cortos y conservadores, llenos de miedos y barreras que sólo se centran en dogmas preestablecidos por supuestas autoridades en cada uno de sus ámbitos, bien sean religiosos, morales, científicos, sociales o políticos.

    Este ejercicio, el hecho de preguntarte e interesarte, querido lector, lectora, por algo tan remoto y desconocido, por algo tan poco documentado; te ayuda a mantenerte vivo y crítico. Por eso he querido comenzar por aquí. Pero continuemos, no nos vamos a quedar en las velas cuando nos espera una tarta hermosa, sabrosa y muy colorida. Acabamos de comenzar...

    La huella del hombre en la Tierra

    Si hubiese que clasificar los grandes enigmas de la humanidad por orden de importancia, creo que el del origen real del hombre en la Tierra estaría en las primeras posiciones. A día de hoy nadie está preparado para afirmar de forma clara, precisa y contundente este hecho, ni siquiera la ciencia oficial con su teoría evolucionista. ¿Puedes imaginarte una época en la Tierra en la que el hombre coexistiese con los grandes saurios? ¿Te suena a ciencia ficción? Existen pruebas de ello en las conocidas y polémicas Piedras de Ica. Algunos dicen que son un fraude, otros, en cambio, dicen que son auténticas. Elige tú, yo te voy a mostrar algunas evidencias.

    Ica es una pequeña ciudad peruana localizada en un hermoso valle formado por el río Ica, entre el Gran Tablazo de Ica y las laderas occidentales de la Cordillera de los Andes. En los años sesenta del siglo XX, un médico peruano llamado Javier Cabrera Darquea (1924-2001) dio a conocer estas piedras. Este médico peruano dijo recibió en 1966 un curioso regalo de cumpleaños de manos de su amigo Félix Llosa Romero, era una piedra de andesita, bien pulida y redondeada, que estaba grabada con un dibujo de un pez que se había extinguido hacía millones de años. A partir de aquí comenzó la divulgación y el estudio de la zona donde se encontraban estas curiosas piedras. Esto es lo que dice Wikipedia sobre el yacimiento:

    Las piedras grabadas aparecieron en el Desierto de Ocucaje (Departamento de Ica), en los cerros que actualmente se conocen como La Peña, Blanco, Norte y Callango —próximos o incluidos en el Cementerio paleontológico de Ocucaje—; dichos cerros albergan fósiles, conchas marinas y algunas supuestas tumbas incas. Este enclave a 35 km. al sur de Ica, de unos 90 km² de extensión, posee fósiles con una antigüedad de entre 65,5 y 1,8 millones de años, principalmente de fauna marina que habitó una bahía de poca profundidad, que se convirtió en desierto hace aproximadamente 25 millones de años. En 2003 un proyecto de ley instaba a declarar de interés nacional

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