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Como Sepulcros Blanqueados
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Libro electrónico110 páginas1 hora

Como Sepulcros Blanqueados

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Información de este libro electrónico

Ven, Esposa!
Antes que lleguen las tormentas del invierno. Iglesia, escucha mis reclamos! Porque con amor eterno te he amado Ven! Para vestirte de bordados y de sedas; y para que huelas con olores agradables djame que unja con ungentos tus ropajes. Para que seas perfecta, para adornarte con alhajas de oro y plata, para poner de mi hermosura sobre ti. Ven, Hermosa! que tambin tengo manjares para llenar tu boca. Miel, aceite y flor de harina quiero darte. No ests desnuda... no ests ms sola...

Abre tus ojos, respndeme! Pues aunque no tengas corona todava que pudieras echar ante mi trono, tienes un corazn de oro; el cual recibir con alegra porque para tu Dios, t vales ms que todo. Ven, Paloma! Porque tengo mi cabeza llena del roco de la noche...Pues tus rebeliones pronto se convertirn en lutos y gemidos... y yo quiero vestirte de lino fino... y de sedas... Por qu andas descubierta? Ven, Esposa! Antes que lleguen las tormentas y las lluvias del invierno...
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento25 feb 2013
ISBN9781463340308
Como Sepulcros Blanqueados

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    Como Sepulcros Blanqueados - Ruth Pacheco

    Copyright © 2013 por Ruth Pacheco.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2012918428

    ISBN:

     Tapa Dura       978-1-4633-4029-2

     Tapa Blanda    978-1-4633-4031-5

     Libro Electrónico   978-1-4633-4030-8

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 21/02/2013

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    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    [email protected]

    426480

    Índice

    Dedicatoria

    Prefacio: Obstáculos

    Introducción

    La Carrera Final

    Capítulo 1: Sin la armadura

    Capítulo 2: La Familia de Dios

    Ministro

    Pastor

    Padres

    De la noche a la mañana

    Padre

    Madre

    Joven

    Capítulo 3: El Espíritu como faro

    La Semilla de Dios

    Un Pueblo Enfermo

    Capítulo 4: En La Creación

    Capítulo 5: Media hora en la eternidad

    Capítulo 6: Llanto en el huerto

    Capítulo 7: La Alcoba de Oro

    María embarazada

    El Espíritu sobre María

    Capítulo 8: Una puerta redonda

    Una visita celestial

    Un Ser vestido de luz

    Un Padre y su Hijo

    Jesús en el parque

    Jesús Vestido de Novia

    Besos para Dios

    Acerca de la autora

    DEDICATORIA

    Dedico este libro a mi hermana Vilma Margis, mi hija Airleen Vásquez y mi sobrina Miriam Brown. Personas que me han dado grande ánimo en este proyecto. Pues cuando transcribía el manuscrito sus oraciones y concejo me fortalecieron de principio a fin.

    Mi agradecimiento por igual para mi hija Indra y mi nieta Narani. Por el sinnúmero de veces que usando principios básicos me sacaron de aprietos tecnológicos cuando lo necesité. Lo cual fuera valiosa ayuda para mí.

    PREFACIO

    Obstáculos

    Sanidad divina:

    Recuerdo que seis meses después de finalizar Como Sepulcros Blanqueados, un doloroso espasmo se alojó en mi espalda. Era un dolor contínuo que no se iba. Yo sabía que sucedió por todo el tiempo que estuve diariamente sentada escribiendo frente a la computadora. Pero ni me quejé. Y no me quejé porque sencillamente hice lo que me dijo Dios que hiciera. Así que me acostumbré y un día de ésos y con todo el malestar de aquel dolor, me fui a la iglesia. Allí en el momento de la adoración, me puse a cantar y alabar a Dios con alegría y con todas mis fuerzas y las manos en alto. De pronto comencé a sentir un calor muy fuerte en la espalda. Era tan caliente que me preguntaba:¿Qué es esto! Por ratos sacudía mis hombros y la espalda, pero no bajaba mis manos ni dejaba de cantar. Cuando terminó el servicio me di cuenta que ya no sentía aquel fuego y que el dolor había desaparecido. Y nunca más ha regresado después de muchos años. Ni siquiera después de estos últimos cinco meses en que he estado escribiendo, revisando y copiando lo escrito casi diariamente para enviárselo a la Iglesia.

    Sólo que antes de cumplir con tal encomienda pienso que será prudente relatar alguno que otro, de la más de una veintena de obstáculos que han llegado a mi paso, pero que no me han podido distraer y menos detener de lo que tengo que hacer. Comenzó hace años, casi al principio cuando recién lo había completado. Alguien que fue a la casa de visita cuando yo no estaba, borró, creo que sin ninguna mala intención, lo que había escrito. Increíblemente desilucionada preferí guardarlo por un tiempo más hasta que sintiera ánimo de recomenzar otra vez. Volvió a pasar el tiempo y una ocasión en que llegué a la casa y sintiendo una sensación muy rara como un vacío dentro de mí, me fui pronto a donde guardaba mis escritos y al no encontrarlos se me ocurrió buscar en el zafacón de la basura ¡y sí, allí estaba Como Sepulcros Blanqueados todo desojado! Me apresuré a sacarlo agradecida que aún no había pasado el camión de la basura. Esta fue la acción de alguien ignorante e inconsciente y que por cierto, también ya está perdonado.

    Oposición:

    Y hoy, en el 2012, desde que comenzó el año, vuelve la oposición más fuerte que nunca sólo que esta vez no hay ninguno a quién perdonar porque viene directamente del malo. Durante meses y casi cada semana situaciones difíciles, horribles, incomprensibles y muchos malos ratos. Después de copiar por varias horas, escritos borrándose enfrente de mis ojos y algunos sin poderlos recuperar. Otras veces lista para continuar escribiendo con el dedo todavía en el aire y sin haber tocado el teclado… un apagón solamente en mi habitación mientras la corriente eléctrica intacta en el resto de la casa. Mi celular apagado sin razón y cuando lo inspeccionan en diferentes lugares no le hallan nada, pero sigue sin funcionar. Cuando decido comprarme otro y esto en el tercer lugar donde lo llevo, en las manos del vendedor se prende como si nada, antes de revisarlo. Otro día alguien, al parecer sin nada que hacer, y sin yo saberlo, desde luego, se le ocurrió disparar con una pistola de bolines hacia el poste del cable que abastece mi red de internet atinando certeramente y agujerando en el mismo centro de un importante pequeñito tubo de metal. Lo vi en la mano del preocupado trabajador quien vino a repararlo) Mi casa fue la única afectada en el vecindario y ni siquiera imaginaba que algo así podía ocurrir. Pero causó tres días sin la red.

    Una ráfaga:

    Un día en que copiaba Llanto en el huerto oí un ruido fuerte y cuando miré por la ventana vi como se doblaba la rama del árbol del patio y pensando que era un tornado corrí a la sala porque el viento pasaba por arriba del techo y la ventana donde yo estaba sentada escribiendo. Azotando la puerta de la sala, tumbando cosas en la cocina y tirando el zafacón de la basura casi a media calle. Cuando miré mientras pasaba el viento, pasaba sólo por arriba de mi casa… levantando la basurilla que había en el suelo del patio de enfrente. Pero me quedé tranquila sin miedo y sin nervios porque Dios es mi protector. Pocos días antes, había tirado arriba de ese techo varias bolitas de papel saturado en aceite ungido para… alejar al devorador.

    Otros Percances:

    A todo esto inexplicablemente mi carro me ha fallado un sinnúmero de veces, dejándome a pie en cualquier parte. Una de esas veces, mientras tres personas esperábamos por la grúa dos piedritas que saltaron en el aire me pegaron. Sí. A mí precisamente. Una me cayó en el pie mientras esperaba sentada en el carro con la puerta abierta. La otra, mientras estaba cerca de otro carro a donde me había ido para evitar que otra piedra me tocara. A todo esto en un lugar del ‘freeway’ donde no hay gente tirando piedras. Todos los carros se rompen, pero este carrito que yo siempre he atendido y cuidado tan bien… me parece que ya se pasó de la raya. Siempre corriendo muy bien o corriendo como un carro loco. Pero ya se le acabó el güame porque ya no me meto en ese carro a menos que se lo encomiende a Dios primero. Además de haber ocurrido varios problemas, casos y cosas y conducta inusual entre diferentes miembros de la familia, que no es necesario contar en detalles para hacer creíble este argumento.

    Dedicación y Gozo:

    Justamente durante estos cinco primeros meses del año en los cuales he estado recopilando, organizando y compaginando el material de este libro para finalmente editarlo, muchas veces entre lágrimas y otras, con dolor en el alma por tanto tumulto alrededor. No menguó ni nubló la iniciativa, la motivación y el interés por completar mi asignación. Por el contrario; siempre estuve llena de gozo, de paz, de confianza y dedicación, mucho más cuando algunos jovencitos en la familia se interesaron por oír la palabra. Y Porque tampoco me faltó el apoyo, el consejo, y la oración de mi familia y amigos sinceros.Y ya para terminar de relatar estos eventos acontecidos mientras escribía y que de alguna manera pudieran ser de ayuda para algunos, quiero finalizar con esta histora verídica que también es otra victoria más, a pesar de todo.

    Victoria:

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