Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $9.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Rehen
El Rehen
El Rehen
Libro electrónico62 páginas40 minutos

El Rehen

Calificación: 3 de 5 estrellas

3/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Novela de Terrorismo internacional. En esta novela, el escritor nos muestra otra de sus facetas como narrador, la ideología política. Desarrolla todos los acontecimientos en las altas cúpulas del gobierno más poderoso de la tierra. Solo podría detenerlo un tornado poderoso que desató consecuencias catastróficas en las zonas de conflicto. El Rehén pertenece a ese grupo de personas que no da un cinco por él mismo. Sin embargo, hubo alguien que estuvo dispuesto a dar mucho más.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 nov 2013
ISBN9781311433749
El Rehen
Autor

Adolfo Sagastume

Construyendo Universos Literarios Latinoamericano

Lee más de Adolfo Sagastume

Relacionado con El Rehen

Libros electrónicos relacionados

Misterio para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El Rehen

Calificación: 3 de 5 estrellas
3/5

1 clasificación0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Rehen - Adolfo Sagastume

    Tabla de Contenidos

    Capítulo 1: Israel Smith

    Capítulo 2: Lacho

    Capítulo 3: Punto de Reunión

    Capítulo 4: El Aviso

    Capítulo 5: Agencia de Seguridad Nacional

    Capítulo 6: Carrera contra el Tiempo

    Capítulo 7: La Tormenta

    Capítulo 8: El Terror del Silencio

    Capítulo 9: Bombazos en las Embajada

    Capítulo 10: Oficina Central de la CIA

    Capítulo 11: Conclusión

    Capítulo 1: Israel Smith

    —¿Nombre?

    —Israel

    —¿Israel qué?

    —Israel… solo Israel.

    —No te hagas el gracioso, pendejo. ¡Dime tu apellido!

    —Israel… solo Israel.

    —¡Me das tu apellido o te rompo la cara con la cacha de mi pistola!

    —Israel Smith.

    —¡Con que eres Smith! ¡Pinche gringo hijo de tu histérica madre! Todos ustedes, los del otro lado del maldito muro de fierro, se creen dueños de todo el planeta. Y creen que todo mundo les va a lamer sus pecosas manos. Aquí te chingaste, estás en México cabrón. Y vas a pagar todo lo que tus pinches amos le hacen a toda la gente de Latinoamérica.

    —¿Qué les hice yo para que me secuestraran? Yo soy un buen ciudadano de los Estados Unidos de América dedicado a enseñar Economía Política en Harvard.

    —Pues con eso es suficiente. Tus enseñanzas le han lavado el cerebro a los políticos micro cefálicos del continente y del mundo. Con las falacias que enseñas, los Presidentes abren los recursos naturales de sus países y se los envían a ustedes por toneladas, en barcos llenos, a un precio ridículo. ¿De dónde son tus padres y tus abuelos?

    —De las regiones colindantes del Líbano.

    —¿Sí? ¡No me digas! ¿Por qué no tienes los pantalones y me dices de una vez que eres de los territorios usurpados por Israel a los Palestinos? ¿Por qué chingados no me dices de una vez por todas que eres un… un… un desgraciado judío?

    —Sí, lo admito. Soy judío.

    —Ya ves, es fácil decir la verdad. Pero cuando se trata de decir mentiras ustedes los judíos se apuntan. Y te voy a decir porqué: porque ustedes los judíos son hijos del diablo, el mentiroso. Y durante toda su historia están argumentando su primogenitura de pueblo escogido por Dios. Pero no existe ni la primogenitura ni son pueblo de Dios. Primero porque la primogenitura legalmente era para Esaú, no para Jacobo. Y segundo, no son el pueblo de Dios, porque tus padres, tus antepasados, lo mataron y lo crucificaron. Lo despreciaron y se maldijeron solos cuando dijeron: caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Y la sangre cayó. Se maldijeron solos. O sea que son un pueblo que se maldijo solo y Dios los maldijo. Por eso andan como perros sarnosos por todo el mundo quitándole a las naciones sus riquezas. Esas riquezas robadas y usurpadas son las que hicieron grande a tu país de adopción.

    —Nosotros vivimos en la abundancia, no nos falta nada, somos ricos por la voluntad de Dios.

    —Si, de vuestro dios el diablo. Porque el verdadero Dios del Cielo y la Tierra los ha despreciado. Ustedes están malditos. Y con esa maldición van a las naciones y abusando de su pobreza les quitan sus riquezas naturales. Esas riquezas ustedes las industrializan y después las exportan a precio de oro. Ustedes no pasan de ser ratas internacionales, eso son. Y lo hacen con la protección de las otras ratas que ustedes mismos han puesto en el

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1