Quien se erigiría en uno de los asesinos en serie más atroces de la historia (y con los siglos inspiraría a Charles Perrault su siniestro personaje de «Barba Azul») nació en la Torre Negra del castillo de Champtocé, en Bretaña, o puede que en el castillo de Machecoul, el año 1404. El padre de nuestro protagonista, Guy II de Laval, se casó con Marie de Craon, la hija de uno de sus peores enemigos, Jean, una unión que puso fin a una disputa hereditaria e hizo que Guy mudara su apellido por el de Rais, ducado que entonces heredó. Su primogénito, Gilles, vino al mundo en otoño de ese mismo año, 1414, y dos años después su hermano René de Susset.
Los impredecibles caprichos del destino quisieron que los hermanos De Rais quedaran huérfanos de padre cuando contaban pocos años de edad. Durante el transcurso de una cacería por los alrededores de Champtocé, Guy de Rais fue herido de muerte por un jabalí. En medio de su lenta agonía, el joven Gilles, de once años, no quiso separarse de su padre, observando cómo sus vísceras se le salían del vientre. Quizá la visión de su progenitor eviscerado quedó grabada a fuego en su mente, a partir de entonces perturbada. Nunca lo sabremos.
LA ADOLESCENCIA SALVAJE
Poco tiempo después fallecía Marie y los De Rais, en contra de las ultimas voluntades de Guy de Laval, pasaron a ser tutelados por su abuelo materno, Jean de Craon, un hombre sombrío y vengativo que adiestraría a los jóvenes en el manejo de las armas y les enseñaría la brutalidad, descuidando su formación intelectual. Bajo la tutela del viejo Craon, que nunca mostró demasiada simpatía por su nieto mayor, Gilles desató su furia e indisciplina, haciendo y deshaciendo a su antojo.
Si hemos de creer a sus primeros cronistas, en la fastuosa biblioteca de la casa de Craon el temerario joven descubrió una obra que le marcaría para siempre: , del historiador