Para ser perfectos, sólo se requiere que nos aceptemos a nosotros mismos en este momento. No hay condiciones previas para sentirnos plenamente aceptados; nos abrazamos tal como somos. Para ilustrarles este sentimiento tan profundo, en esta clase no les contaremos un cuento, sino un testimonio de una mujer (sin brazos ni piernas) que creció y aprendió con el Sistema Isha.
Para la mayoría de