Si hace 50 años o más hubieras preguntado a astrónomos, biólogos y cualquier persona dónde era más probable que hubiera vida en nuestro sistema solar –además de la Tierra–, todos hubieran respondido que en Marte. Tan es así que hemos enviado bastantes misiones al planeta rojo, y tanto escritores como guionistas han escrito muchas obras con marcianos lindos o no tan lindos.
Y si hubieras preguntado la posibilidad de encontr vida en el vecindario de Júpiter y Saturno, los gigantes gaseosos, hubieran soltado una carcajada amable y dicho que estabas loco porque no tienen agua -una condición que nos parece fundamental- y están tan lejos del Sol que son demasiado fríos y oscuros. En una palabra, imposible.
Descubrimientos increíbles
La cosa cambió desde que y orbitó al gigante gaseoso hasta 2003. Galileo nos hizo saber que –una de las lunas de Tras 12 vuele cercanos y el análisis de sus datos, y el cerebro como si en él destellaran fuegos artificiales: –sorprendente si consideras que esa luna es un poco más pequeña que I nuestra- (el punto más profundo en la Tierra está a 11 km