Las vacunas le enseñan al cuerpo cómo defenderse cuando los gérmenes como virus o bacterias lo invaden. La persona se expone a una cantidad muy pequeña y segura de virus o bacterias que han sido debilitados o destruidos y luego el sistema inmunitario aprende a reconocer y atacar la infección si se está expuesto a ella posteriormente en algún momento de la vida. Como resultado, no se resultará infectado o se tendrá una infección más leve. Gracias a las vacunas, se han podido erradicar muchas enfermedades infecciosas que años atrás producían grandes epidemias. Además, en el caso de otras enfermedades como el sarampión o la poliomielitis, aunque no se ha conseguido erradicarlas del todo se ha reducido mucho el número de casos.
Al no vacunarse, pueden regresar las enfermedades y ser de mayor gravedad.
TIPOS DE VACUNAS
Las vacunas se pueden clasificar según diferentes criterios en muchos tipos pero quizás el más conocido es de acuerdo a cómo fueron fabricadas:
• Vacunas de microorganismos vivos atenuados.
Contienen el microorganismo vivo pero en una forma atenuada o debilitada, de manera que no pueda causar la enfermedad. Es el tipo de vacuna que mejor imita lo que sería la infección natural, por lo que el sistema inmunológico aprende fácilmente a generar la protección frente al microorganismo.
• Vacunas inactivadas o muertas.
El microorganismo no está debilitado sino