HAY UN MOMENTO en la vida que se puede situar en la infancia. Sucede cuando la mente y el corazón de una persona se sintonizan con aquellas cosas que le importarán el resto de su vida. Steven Spielberg vivió ese momento en su casa, cuando su madre tocaba al piano música clásica y su padre colocaba en el tocadiscos el musical de Broadway Amor sin barreras (West Side Story) estrenado en 1957, con música de Leonard Bernstein y letras de Stephen Sondheim.
Spielberg recuerda que, cuando era niño, memorizó las canciones de la obra. Temas como “Tonight”, “María”, “Something’s Coming”, “I feel pretty”, “Somewhere” y “America”, con ritmos que iban desde el jazz, hasta el vals, pasando