¿UNA NUEVA (IN) MORTALIDAD?
“ME GUSTARÍA DARLES NOTICIAS MENOS EMOCIONANTES sobre el futuro, pero he observado los números y esto es lo que indican, así que, ¿qué más les puedo decir?”, declaró Ray Kurzweil ante las críticas por su exacerbado optimismo.
En febrero de 2010, la revista Time publicó un amplio perfil del mayor futurista de la actualidad, un genio que de niño, en los lejanos años 60, construyó una computadora capaz de crear música, y después inventó decenas de patentes. Ray Kurzweil, quien ha acertado en el 87% de sus predicciones acerca del futuro, era el centro de ese artículo: “2045, el año en que seremos inmortales”. Allí se detallaba su interés por el “destino ciborgánico de la humanidad” y su profesía de que la Inteligencia Artificial (IA) llegaría en 2029 a superar a la inteligencia humana (un hecho conocido como “Singularidad”), lo cual, de ser cierto, cambiará todo para siempre.
Basado en la ley de Moore, la cual indica que la capacidad de los chips de las computadoras se duplica cada 18 meses y baja su precio a la mitad, Kurzweil encontró que el progreso se acelera exponencialmente, no de manera lineal, llevándonos a más avances en los próximos 40 años que los que ha tenido la humanidad a lo largo de toda su historia. Afirma que sucederá sin importar si hay guerras o recesiones. Es imparable.
Para 2045, espera que la inteligencia artificial haya permitido diseñar nuevos sistemas que permitan prevenir las dolencias. Justo en ese año, y con la ayuda de máquinas, vamos a poder regenerar nuestras células, cultivar órganos que podrán ser insertados en nuestro cuerpo (o generarlos sintéticamente) y, sobre todo, editar nuestros genes, para que nuestros hijos y nietos se