¿DESCANSAS MIENTRAS DUERMES?
Cuando nos acostamos nos ponemos en posición horizontal y es el momento de cargarnos de la emisión energética del cielo, los planetas y las estrellas. Las células sufren un proceso de regeneración y reseteo a fin de oxigenarse células.
Es el momento de regenerar el organismo y dar descanso al sistema cardiovascular; de reforzar el sistema inmune (donde además se liberan hormonas como las del control del apetito, que contribuyen a que mantengamos un peso ideal. También se refuerzan las hormonas que mejoran el tono muscular, las de la fertilidad, las del crecimiento…) Dormir eleva además los niveles de vitalidad y elimina la fatiga.
Otra de las del funciones del sueño es la reposición y gestión de la energía del cuerpo, la regulación y la temperatura del cerebro, la reparación de los tejidos corporales y la memorización y consolidación de lo que aprendemos a diario.
Esta función de la memoria es vital, mientras dormimos nuestro cuerpo descansa pero, en realidad, nuestro cerebro sigue casi tan activo como du-rante la vigilia (su actividad sólo se reduce en un 20%). El sueño es esencial pues para reforzar la memoria y el aprendizaje. Dormir después de haber aprendido algo nuevo permite fijar los resultados en el recuerdo. Este inusual estado de conciencia es, a menudo, una ventaja ya que nos ayuda a encontrar soluciones fuera de nuestros patrones normales de pensamiento.
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