Maestros del disfraz
GECKO COLA DE HOJA
Los reptiles suelen ser buenos para camuflarse, pero este se lleva el oro.
Pocos animales ilustran tan bien el concepto darwiniano de la selección natural como el gecko cola de hoja (Uroplatus phantasticus). A los geckos en general, reptiles de patas pegajosas, les encanta escalar paredes y caminar por el techo gracias al vello especializado que tienen en los dedos; pero el gecko cola de hoja, oriundo de la isla de Madagascar, tiene un as bajo la manga. Es un maestro del camuflaje y se funde a la perfección con las hojas y la corteza de los árboles de su entorno para no ser detectado por los depredadores. Uno de sus trucos está en su apéndice trasero, que imita a una hoja seca, con bordes irregulares y la vena central que recuerda al nervio foliar.
SERPIENTE CABEZA DE COBRE
Fíjate dónde pisas si no quieres llevarte un sustazo.
Mientras que los geckos y lagartos se camuflan para ocultarse de los depredadores, otros reptiles, como esta serpiente que habita en el continente americano, se disfrazan para atrapar a sus presas sin ser vistos. Los tonos marrones de la piel de este ofidio le ayudan a pasar desapercibido entre) se limita a quedarse quieta y esperar a que llegue la cena. Normalmente teme la presencia humana y se mantiene alejada, pero ha habido casos de pisotones accidentales seguidos de un doloroso–pero no mortal–mordisco.
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