MÁS ALLÁ DE MATAHARI MUJERES ESPÍA EN LA GRAN GUERRA
LA PROLONGACIÓN DEL CONFLICTO TRASTOCÓ LOS PLANES DE LOS PAÍSES QUE ENTRA-RON EN GUERRA EN EL VERANO DE 1914. Como ya sucediera en otros ámbitos de la sociedad –como la industria, el comercio o la burocracia–, los hombres tuvieron que aceptar que las mujeres participaran activamente en puestos de trabajo abandonados por los miles de compatriotas que habían sido llamados a filas. El mundo del espionaje no fue una excepción. Fueron muchas las mujeres que aceptaron la peligrosa tarea de integrarse en las redes de inteligencia de las potencias en conflicto como espías y participando en grupos organizados de resistencia en las principales zonas ocupadas.
Las mujeres que se incorporaron a las redes clandestinas se jugaron la vida como sus compañeros. Muchas fueron encarceladas, sufrieron torturas y sobrevivieron en condiciones deplorables. Otras no tuvieron tanta suerte y fueron ejecutadas. La gran mayoría permaneció en el anonimato, eran mujeres normales, y sus historias de valentía se difuminaron tras la historia de algunos nombres propios que terminaron por distorsionar sus verdaderas historias e identidades.
EL MODELO… ¿A SEGUIR?
Poco después de terminar el conflicto, incluso antes, el caso de , la espía ejecutada por Francia un año antes del final de la guerra, se convirtió en paradigma de la mujer espía. Se convirtió incluso en un sinónimo para las agentes secretas. En la actualidad, prácticamente todos los expertos coinciden en afirmar que Mata
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