CEMENTERIOS CON HISTORIA LA CULTURA DE LA MUERTE
Desde distintas culturas y religiones a lo largo de la Historia de la Humanidad se ha defendido la idea de que la muerte no era más que un trámite, una especie de transición necesaria para pasar a otra forma de vida mejor, a otro mundo desconocido. Pero, por lo tanto, era necesario que el cuerpo contara con un lugar específico y especial para poder descansar convenientemente en este viaje único.
Durante los años del Imperio Romano ya se tenía la costumbre de enterrar a los seres queridos en sus propios hogares. Pero después y por cuestiones de higiene, se aprobó una ley que prohibía el depósito de restos humanos dentro de las ciudades y se inició entonces, según la tradición, la creación de espacios en el campo, dedicados específicamente para este fin.
También en distintos países europeos y hasta el siglo XIX se acostumbraba a depositar los restos humanos en los terrenos anexos a las iglesias. Pero con la llegada de la revolución industrial y la expansión cada vez más importante que las ciudades vivieron, esta medida se hizo imposible por cuestiones de espacio y, sobre todo, otra vez, de higiene.
NAPOLEÓN, EL PRIMERO
Fue en Francia y, en concreto, Napoleón el que contribuyó de manera capital a que el concepto de cementerio y, sobre todo, su estética cambiara de forma radical. Él ordenó, por primera vez la construcción de cementerios que estuvieran diseñados con hermosos jardines alrededor de la ciudad.
El precursor en este tipo de cementerio y que luego se (1624–1709). Este especial camposanto todavía sobrevive y es muy popular en la ciudad de París, lo es desde que en su día, en 1817, la emperatriz Josefina decidió que trasladaran allí los míticos restos de y , aquellos trágicos amantes del siglo XII.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos