Femicidios v/s Respeto
Con la llegada de los españoles, su visión hacia la mujer era como "dadora de hijos", aniquilando toda posibilidad de expresión por parte de ésta, tanto en términos sociales, como políticos. Ciertamente, hoy contamos con una Presidenta, pero como país no estamos a la altura de ella y por ser mujer, ha debido enfrentarse a las deslealtades propias de su cargo. Quien sabe, el día de mañana, estar expuesta al acoso de mandatarios extranjeros entre sonrisas y palmaditas, incluso a noticias de mal gusto como emparejarla con el presidente soltero de un país hermano.
Siglos han transcurrido y el "objeto de deseo" continúa en la lucha por un trato con equidad y justicia, que la saque de la imagen de madre solamente. La mujer en Chile, ya desde fines de 1800 ha tenido que ser juez y parte de su libertad, de su afán de reconocimiento como ser pensante, capaz de ejercer las labores más diversas. Con todo, más de 30 años demoró en aprobarse la ley que otorgaba a la mujer el derecho a voto (presentada formalmente por primera vez, por un grupo organizado de mujeres) aprobada recién en 1949.
En nuestra actualidad no son suficientes las denuncias, ni las leyes contra la violencia. Como sociedad masculina, debemos ser capaces de comprender a la mujer con otro prisma. No es más una posesión, ni objeto decorativo para lucir de vez en cuando, no es una cocinera, ni un vientre reproductor. La mujer es lejos, más que cualquiera de los íconos prejuiciados que la estigmatizan por siglos, a la mujer en su esencia, se debe respetar.
La mujer no puede ser, el adorno de la oficina o del marido en las comidas. El aporte como varones, es decir BASTA con la muerte de una mujer que es madre y que deja hijos amparados en la nada.
Carlos Alberto Saavedra Martínez
Titulado en Administración de Empresas
Con la llegada de los españoles, su visión hacia la mujer era como "dadora de hijos", aniquilando toda posibilidad de expresión por parte de ésta, tanto en términos sociales, como políticos. Ciertamente, hoy contamos con una Presidenta, pero como país no estamos a la altura de ella y por ser mujer, ha debido enfrentarse a las deslealtades propias de su cargo. Quien sabe, el día de mañana, estar expuesta al acoso de mandatarios extranjeros entre sonrisas y palmaditas, incluso a noticias de mal gusto como emparejarla con el presidente soltero de un país hermano.
Siglos han transcurrido y el "objeto de deseo" continúa en la lucha por un trato con equidad y justicia, que la saque de la imagen de madre solamente. La mujer en Chile, ya desde fines de 1800 ha tenido que ser juez y parte de su libertad, de su afán de reconocimiento como ser pensante, capaz de ejercer las labores más diversas. Con todo, más de 30 años demoró en aprobarse la ley que otorgaba a la mujer el derecho a voto (presentada formalmente por primera vez, por un grupo organizado de mujeres) aprobada recién en 1949.
En nuestra actualidad no son suficientes las denuncias, ni las leyes contra la violencia. Como sociedad masculina, debemos ser capaces de comprender a la mujer con otro prisma. No es más una posesión, ni objeto decorativo para lucir de vez en cuando, no es una cocinera, ni un vientre reproductor. La mujer es lejos, más que cualquiera de los íconos prejuiciados que la estigmatizan por siglos, a la mujer en su esencia, se debe respetar.
La mujer no puede ser, el adorno de la oficina o del marido en las comidas. El aporte como varones, es decir BASTA con la muerte de una mujer que es madre y que deja hijos amparados en la nada.
Carlos Alberto Saavedra Martínez
Titulado en Administración de Empresas